tag:blogger.com,1999:blog-298751822024-03-07T01:44:22.564-03:00InfralineasEscritura experimentalDani Cainehttp://www.blogger.com/profile/02524209526086407363noreply@blogger.comBlogger141125tag:blogger.com,1999:blog-29875182.post-50119164918589495852017-08-09T14:37:00.003-03:002017-08-09T14:38:05.049-03:00Los caminos del autoconocimiento y la autoeducación Cuando dejé de trabajar, uno de mis mayores miedos era el de no poder levantarme de mi cama nunca más. Tenía terror de quedarme inmovilizada, sin ganas de nada, petrificada entre las sábanas. De alguna forma, aunque poco sana, el trabajo no me permitía entregarme a las crisis de la forma en que siempre lo había hecho; acostándome en mi cama a mirar espacios en blanco. Pensé que entonces tendría todo el tiempo del mundo para que "el bicho" (de la depresión) se incube y se aloje en mi cuerpo. Sin obligaciones, ese estado casi catatónico podría volver para quedarse. Estaba muy asustada.<br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhaNahunguDMuRzmklfUn3B8aQLpOSwn3EL34b8DC4xsCIn4TmDOHK_ylJigQ7cqlyrPfMh1rHl71u_5WACre0lc432ERBPtaI3YilRr88HnGSuvb-wzMJDlLkwSg2S3UEzu5JAew/s1600/IMG_1534.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1586" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhaNahunguDMuRzmklfUn3B8aQLpOSwn3EL34b8DC4xsCIn4TmDOHK_ylJigQ7cqlyrPfMh1rHl71u_5WACre0lc432ERBPtaI3YilRr88HnGSuvb-wzMJDlLkwSg2S3UEzu5JAew/s400/IMG_1534.JPG" width="396" /></a></div>
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Pero no fue así. No por suerte sino más bien por aprendizaje. Unos meses antes de cumplir los 30 la relación romántica que tenía se desmoronó hasta evaporarse. La tristeza fue muy grande pero más grande fue el terror de volver a encontrarme en la situación penosa en la que me puse a mi misma en una ruptura anterior. Estaba determinada a no tocar fondo otra vez y en ese camino fueron llegando a mí muchos aprendizajes que tenían que ver conmigo y con las formas de llevar la vida y entender las relaciones, todas las relaciones, no únicamente las románticas. Esos conocimientos llegaron en forma de personas, de libros, de canciones, de paisajes, de instrumentos musicales, de lanas de colores, de danzas, de plantas, de ritos, de alimentos, de olores. El tiempo que antes había empleado en mirar el techo intentando ser un vegetal ahora se mostraba en su completa disponibilidad.<br />
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Una vez fuera del trabajo y superado el miedo de la inmensidad del tiempo, me descubrí a mi misma de lo más ocupada. Igual o casi más ocupada que cuando trabajaba, solo que ahora estaba ocupada en mí. Empecé a ocuparme leyendo, cocinando (bueno, no mucho), practicando yoga, tocando la guitarra, encuadernando, cantando, tejiendo, pasándola bien con amigas, yendo al mar, viajando y también creando proyectos nuevos. Casi todo, puro gasto improductivo. Y aquí estaba mi felicidad.<br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiiSFP_K5IWwuj2u7WIBYSVKG1zsBC103GEKhUaQwEVx7aZ1kzN66SLm81x52hT8xRmObQsbU0v2B-kTp808qrI8Fg9tR7q2AouVDz9JqbSWHdtyKuaW95_wlytDNO4pQQTE2Va3A/s1600/IMG_4191.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="774" data-original-width="1032" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiiSFP_K5IWwuj2u7WIBYSVKG1zsBC103GEKhUaQwEVx7aZ1kzN66SLm81x52hT8xRmObQsbU0v2B-kTp808qrI8Fg9tR7q2AouVDz9JqbSWHdtyKuaW95_wlytDNO4pQQTE2Va3A/s400/IMG_4191.JPG" width="400" /></a></div>
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Mi tiempo no es productivo en términos económicos y por ahora estoy disfrutando de este privilegio, hasta que encuentre la manera de autogestionarme. Descubrí que puedo ocuparme en muchas actividades que disfruto sin sentirme culpable, por fuera de la obligatoriedad de un trabajo o de atender una clase en una universidad. Es la primera vez que me encuentro sin ninguna obligación de ningún tipo. Ahora bien, me imagino que algunxs estarán pensando que mantenerse ocupada es una forma de evadirse. No ha sido mi caso, creo que inmovilizarme era evadirme. En mis actividades cotidianas, me encuentro.<br />
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Creo que mucho de esto que me ha pasado tiene que ver con el reencuentro del deseo. Al permitirme hacer todas las cosas que me gustan, sin culparme por no estar haciendo otras cosas productivas, se ha puesto en marcha mi vitalidad, esa alegría muy fuerte y muy profunda de estar viva. Estoy aprendiendo mucho más que cuando estaba en la universidad. Me he entregado al estudio y a la lectura como nunca antes, sin ninguna obligatoriedad de por medio. He tomado cursos de canto, de arte, de narración, de poesía. He leído sobre educación, sobre literatura, sobre filosofía y sobre feminismo. Me he lanzado en una búsqueda voraz de distintos tipos de conocimiento. He descubierto sobre mí misma que me gusta mucho aprender. Muy pocas veces sentí tan fuerte ese deseo como ahora. <br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgchoF971WYq_RjQQYEIyyldpU_ocRvRDN2WtDgBjDeHM6959Cm3QQHuyh5jzpOzeaYFEJXT-OTHOhhyfojb1uzgrdJEzj-DBKPZw4fc2gptCQDk7Mjo3Q44DY6Etos5psFnb1Weg/s1600/IMG_2948.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1278" data-original-width="720" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgchoF971WYq_RjQQYEIyyldpU_ocRvRDN2WtDgBjDeHM6959Cm3QQHuyh5jzpOzeaYFEJXT-OTHOhhyfojb1uzgrdJEzj-DBKPZw4fc2gptCQDk7Mjo3Q44DY6Etos5psFnb1Weg/s400/IMG_2948.JPG" width="225" /></a></div>
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Esto que he experimentado en mí misma me hace repensar muchas cosas acerca de la escuela y la educación obligatoria. Mi camino por la universidad ha sido muy tortuoso y aunque me ha dado muchas herramientas intelectuales que agradezco tener, me pregunto que sería de mí si no hubiera sido formateada por la academia. Después de muchos años de estar conectada con el pensar (y un pensar no creador, sino más bien reproductor), estoy empezando a conectarme con mi sentir. Creo que es ese sentir el que me permite relacionarme con el conocimiento desde el disfrute y la creación. Me parece a mí que la autoeducación (que también debería contemplar el autoconocimiento), es la clave. Autoeducación no en el sentido de que podamos enseñarnos a nosotros mismos, sino en el sentido de que está en nosotros ir a buscar los conocimientos que sentimos que necesitamos o queremos. No sé cómo encaja mi rol de maestra con esto. Quizás el papel que nos toca a las educadoras es ayudar a cada quien a conectarse con su deseo y desde ahí abrir los caminos del conocimiento.<br />
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Espero que este año solo siga trayendo más aprendizajes. No es que este período haya estado librado de mis crisis, pero creo que ahora cuento con las herramientas para salir más rápido de ellas. Mientras logre estar conectada con mi sentir y siga aprendiendo cosas nuevas, creo que voy por buen camino.Daniela Escobarhttp://www.blogger.com/profile/15269435589932674400noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-29875182.post-63390256158982326412017-08-01T14:54:00.004-03:002017-08-01T15:35:13.628-03:00La reja es el mensaje<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">En 1964 McLuhan introdujo su frase más famosa en el libro </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 11pt; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Understanding media: the extensions of man </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">¿Qué quería decir McLuhan con eso de “El medio del mensaje”? Pues que el mensaje no puede ser pensado sin el medio en el que toma forma, el medio es parte constituyente del mensaje y no da lo mismo si un mensaje se transmite en un medio u otro. Los medios comunican y McLuhan entendía por medio de comunicación cualquier artefacto productor de algún efecto social. El medio que quiero analizar hoy es la reja, el objeto predilecto del Municipio de Guayaquil que está moldeando la manera en que los habitantes de la ciudad nos relacionamos con el espacio público y con los otros. </span></div>
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<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">La reja lleva en sí misma un mensaje, comunica alguna cosa y tiene un efecto social. La reja tiene </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 11pt; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">agencia</span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">, un término utilizado en las ciencias sociales para referirnos a la capacidad de acción de cualquier sujeto u objeto. Ahora bien ¿Qué comunica la reja? ¿Cuál es su efecto social? Si bien las rejas pueden asociarse a los significados de protección y seguridad tendríamos que preguntarnos ¿De quiénes quiere protegernos el Municipio? ¿No se supone que las instituciones públicas deben velar por la seguridad de </span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 11pt; font-style: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><b>todos</b></span><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> los ciudadanos? </span><br />
<span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhrWo0wY0vKpykgxbKQqLbpXrvfnXc092V2WTXKoakzTGe1zNucjxGC-L2trQBOePICk0zZP-O5ASl_MuxxG7MJ9osCMV56smDxoIs8MLVaNXe_RKfq6xi2A27BjI-fjwCNbTnbkQ/s1600/rejasalpha.png" imageanchor="1" style="font-size: 14.6667px; margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhrWo0wY0vKpykgxbKQqLbpXrvfnXc092V2WTXKoakzTGe1zNucjxGC-L2trQBOePICk0zZP-O5ASl_MuxxG7MJ9osCMV56smDxoIs8MLVaNXe_RKfq6xi2A27BjI-fjwCNbTnbkQ/s400/rejasalpha.png" width="400" /></a></div>
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<span style="color: black; font-family: "arial"; font-size: 11pt; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Las rejas están asociadas -también- a la división, la segregación y la exclusión. La reja no es un objeto “ingenuo”, sino un </span><span style="color: black; font-family: "arial"; font-size: 11pt; font-style: italic; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">intermediario</span><span style="color: black; font-family: "arial"; font-size: 11pt; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> que transporta una serie significados y transforma a los actores que involucra. Los transeúntes, los parques, las calles y la ciudad entera con su denso tejido social se ven afectados. La reja configura un adentro “seguro” y un afuera que es cada vez más marginalizado. Decimos “seguro” porque desde una perspectiva foucaultiana la reja también es un dispositivo de control que permite que los espacios públicos sean más fáciles de monitorear con entradas y salidas precisas, localizadas. Decimos que el afuera es marginalizado porque ahí se ubica todo el malestar que la ciudad prefiere no ver; la pobreza que tiene como efecto la violencia en múltiples formas.</span><br />
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<span style="font-family: "arial"; font-size: 11pt; white-space: pre-wrap;">Hace unas semanas un grupo de jóvenes decidió alzar su voz en contra del cerramiento de los espacios públicos en la ciudad. No faltaron los comentarios de los defensores de la reja quienes argumentaban que para poder gozar de un espacio abierto primero debíamos atravesar, como sociedad, un largo proceso de educación y aculturación, lo que llamaban “cambio de mentalidad”. Este argumento supone que los procesos educativos ocurren únicamente en el mundo abstracto de las ideas e ignora que el espacio y los objetos también educan y de manera mucho más eficaz. Latour (1992), en un ejemplo para dar cuenta de la agencia de los objetos narra el caso del gerente de un hotel que no sabía cómo hacer para que los huéspedes dejaran de olvidarse de dejar la llave en la recepción. La solución más eficaz fue hacer un llavero pesado. A esto me refiero cuando digo que los objetos educan más eficazmente. Los cambios culturales no se dan únicamente en el mundo intangible de las ideas. </span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Ahora bien ¿Cuál sería la solución al enrejamiento de nuestra ciudad desde la sociedad civil? Creo que podríamos empezar por la recuperación de los espacios públicos. Necesitamos más eventos culturales al aire libre como han venido haciendo algunas organizaciones sociales y colectivos artísticos. En el plano de lo personal, caminar y habitar los espacios públicos cotidianamente, superar el miedo que durante décadas nos han inculcado e ir al encuentro con los otros. Si empezamos a abrir la ciudad, poco a poco el fragmentado tejido social que ha marginado a un grupo de nuestros ciudadanos, empezará a restaurarse. Necesitamos superar la cultura del encierro para salir a la calle, habitar la ciudad plenamente y relacionarnos con los otros. En una ciudad donde abundan las urbanizaciones cerradas y los centros comerciales es urgente que recuperemos el sentido del espacio público y de lo común, de otro manera estamos condenados al individualismo, la segregación y el encierro. Quizás luego también nos atrevamos a sacar las rejas de las ventanas de nuestras casas.</span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"> </span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">A continuación un anecdotario referente al uso del espacio público en nuestra ciudad, más allá del enrejamiento:</span></div>
<br />
<ul style="margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<li dir="ltr" style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; list-style-type: disc; text-decoration: none; vertical-align: baseline;"><div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Hace unos años una amiga vino de Argentina con su novio, quedamos en encontrarnos en un parque. Cuando llegué estaban muy contrariados porque se habían sentado en el borde de una jardinera y un guardia los había obligado a pararse. </span></div>
</li>
<li dir="ltr" style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; list-style-type: disc; text-decoration: none; vertical-align: baseline;"><div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">En el 2015 tuve que esperar un par de horas la salida de un bus en el Terminal Terrestre. Me recosté en las sillas y el guardia me obligó a sentarme correctamente. Luego despertó a un señor que estaba dormido, pero sentado, sólo tenía los ojos cerrados. Está terminantemente prohibido dormir en el Terminal.</span></div>
</li>
<li dir="ltr" style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; list-style-type: disc; text-decoration: none; vertical-align: baseline;"><div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Si hoy quisiera ir a leer un libro al parque de mi barrio, Miraflores, no podría. El parque está enrejado y permanente cerrado, parece que existiera sólo para ser contemplado desde afuera de las rejas. </span></div>
</li>
<li dir="ltr" style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; list-style-type: disc; text-decoration: none; vertical-align: baseline;"><div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Hace unas semanas me fui caminando desde mi casa al Malecón del Salado con una amiga, no sé cómo lo logramos. En la mayor parte de los tramos no había vereda, la ciudad no está pensada para ser caminada. </span></div>
</li>
<li dir="ltr" style="background-color: transparent; color: black; font-family: Arial; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; list-style-type: disc; text-decoration: none; vertical-align: baseline;"><div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><a href="http://www.expreso.ec/guayaquil/tres-semanas-con-derecho-de-admision-II1381695">Este año el Municipio decidió cerrar los parques Seminario y Centenario</a>, los parques más emblemáticos de la ciudad. El Municipio se reserva el derecho de admisión y hay guardias que vigilan y controlan las dos únicas puertas de entrada y salida del parque.</span></div>
</li>
<li dir="ltr" style="background-color: transparent; color: black; font-family: arial; font-size: 11pt; font-style: normal; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; list-style-type: disc; text-decoration: none; vertical-align: baseline;"><span style="background-color: transparent; color: black; font-family: "arial"; font-size: 11pt; font-style: normal; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><a href="http://www.eluniverso.com/noticias/2015/04/04/nota/4733441/hombre-muere-caerle-puerta">En el 2015 un hombre murió aplastado por una reja en el Parque Centenario.</a></span></li>
</ul>
Daniela Escobarhttp://www.blogger.com/profile/15269435589932674400noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-29875182.post-80902809125664449222017-04-20T03:52:00.001-03:002017-04-20T04:24:01.972-03:00Punto de fuga<br />
<div style="text-align: center;">
<a href="https://goo.gl/images/BSMAk6"><img alt="Resultado de imagen para vanishing point art" height="400" src="https://s-media-cache-ak0.pinimg.com/736x/59/5b/b2/595bb2a0edc39461ed5c30c8562fa4fe.jpg" width="308" /></a></div>
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Era inútil que intente explicarme el punto de fuga pero mi profesora de arte insistió. Dibujó en la pizarra un horizonte y luego una serie de árboles que iban haciéndose más pequeños siguiendo dos paralelas en dirección al sol. Me dijo que esas líneas, al prolongarse, se tocarían imaginariamente en el punto de fuga. Después hizo algo inesperado. Dibujó a una persona, la espectadora del cuadro, de espaldas y en el centro mirando al horizonte.<br />
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El punto de fuga es una técnica de perspectiva. En inglés se llama <i>vanishing point</i>.<br />
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Lecciones que me dejó el punto de fuga:<br />
- Nuestra visión es limitada, hay algo que se nos escapa<br />
- Las líneas se encuentran en algún momento pero solo podemos imaginar dónde se tocarán<br />
- No tengo inteligencia espacial aunque eso ya lo sabía<br />
<br />
En un par de meses voy a emprender un viaje. Ya compré la mochila y todavía no tengo ruta. No sé que vaya a pasar y está bien porque al final todas las líneas van a converger en el punto de fuga, sobre el horizonte.<br />
<br />Daniela Escobarhttp://www.blogger.com/profile/15269435589932674400noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-29875182.post-33944232707300591042017-03-09T15:45:00.000-03:002017-03-09T17:21:39.517-03:00¿Dónde estaban? Crónica del #8m en GuayaquilEran las cuatro de la tarde. En la Plaza San Francisco no había ningún movimiento fuera del habitual, sólo transeúntes y vendedores ambulantes. Daniela y yo llegamos convocadas por <a href="https://www.instagram.com/p/BRWka5fF944/?taken-by=gkillcitycom">una imagen que difundió GKillCity</a> donde se mencionaba un plantón a las 15hs. Había poquísima información circulando sobre plantones o marchas por el Día Internacional de las Mujeres en Guayaquil. El día anterior, <a href="https://www.facebook.com/cepam.guayaquil.1/photos/a.441017502674544.1073741828.441007406008887/1124833040959650/?type=3&theater">CEPAM había hecho una convocatoria para las 18hs</a>.<br />
<div>
<br />
Empezamos entonces sólo las dos. Lo primero que hicimos fue nuestro cartel. Luego vimos un grupo grande de mujeres afro que parecían estar ahí por el mismo motivo que nosotras. Sí, estaban ahí para el plantón con su asociación. Después de un rato llegó otro grupo, <a href="https://www.facebook.com/mujerymujer.org">Mujer & Mujer</a>, una fundación de lesbianas, quienes nos invitaron a acercarnos y a protestar con ellas. Habían llegado a la plaza luego de haber ido a colgar desde un puente su pancarta, su voz disidente: “#Lesbianasenhuelga”. Conversamos con estas mujeres movilizadas, politizadas, algunas también profesoras como nosotras. En esas horas compartidas en la calle generamos algunos vínculos que quizás devengan en acciones educativas (¡Ojalá!).<br />
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<div style="text-align: center;">
<img height="300" src="https://pbs.twimg.com/media/C6bWN7yXQAYxXmZ.jpg" width="400" /></div>
<br />
Otros grupos afro se hicieron presentes, con la marimba y sus arrullos cantaron en homenaje a las 33 víctimas de femicidio (registrados, ojo) en el Ecuador durante el año 2016. Acompañaron la performance del grupo LGBTI del Ecuador que dispuso un par de zapatos de color rojo por cada mujer asesinada. Los familiares de las víctimas estaban ahí, sosteniendo carteles con los nombres de las suyas. A la derecha, un grupo de mujeres trans también se hacía presente. Los únicos medios de comunicación que cubrieron este plantón fueron GKillCity y un canal de televisión queer. Las mujeres de CEPAM llegaron tarde a su propia convocatoria pero estuvieron presentes con sus banderas moradas y fueron un grupo numeroso. </div>
<div>
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Fuera de las organizaciones, las personas que fuimos por nuestra cuenta éramos pocas. Con Daniela no podíamos evitar preguntarnos "¿Dónde están las gestoras culturales? ¿Dónde están las escritoras? ¿Dónde están las profesoras? ¿Dónde están las mujeres guayaquileñas <i>progre</i>?" Sabíamos desde un principio que no íbamos a ser muchas, pero tampoco esperábamos ser tan pocas. Quizás nos dejamos esperanzar por el discurso feminista que muchas mujeres que conocemos y admiramos manejan en sus redes sociales. En fin, que las que estuvieron ayer en la marcha no son las caras conocidas de las universidades y del mundo del arte y la cultura. Las mujeres que estaban ayer fueron las mujeres comunes, como dijo Daniela, las mujeres de todos los días, y como agregué yo, mujeres como nosotras. Mujeres que están haciendo algo por luchar por otras mujeres cada día, en lo cotidiano, y por eso, porque hacen algo todos los días se sienten interpeladas a hacerse presentes en la calle y gritar “¡Ni una menos!”. Estuvimos las que teníamos que estar, pero hubiese sido tan genial que nos movilicemos todas.<br />
<br /></div>
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Espero que el próximo año seamos muchas más. Espero que cada una de nosotras se sienta lo suficientemente empoderada de la lucha feminista como para salir a la calle a poner el cuerpo. Espero que empecemos a sentir que el espacio público nos pertenece. Espero que nos atrevamos a compartir espacios con mujeres de distintas clases y orientación sexual. Espero que salgamos de la comodidad de nuestras casas para plantar los pies afuera aunque llueva. Espero que nos acompañemos en esta lucha que es la lucha de todas. Espero que sigamos el ejemplo de Quito y de Cuenca, donde las movilizaciones tuvieron muchísima más concurrencia. <br />
<br /></div>
<div>
Como le dije a Daniela ayer, no estamos en Buenos Aires, ni en Nueva York, ni en Madrid. Estamos en Guayaquil, sabemos muy bien lo que eso significa. En toda lucha, en algún momento, no hubo nadie. Tomemos la poca concurrencia como una oportunidad y no caigamos en la desesperanza. Sin dudas el plantón de ayer nos abrió los ojos en cuanto a la cantidad de cosas que hay por hacer. No vamos a sentarnos a llorar por las mujeres que no fueron ayer, en lugar de eso queremos aplaudir a las que sí estuvieron porque su presencia, así como la nuestra, fue valiosísima. Su desplante, mujeres guayaquileñas, sólo me hace querer seguir educando en equidad para que más y más chicas de nuestra ciudad se involucren en la causa. Nosotras ya ganamos porque dos de nuestras alumnas del Taller de Género que hicimos el año pasado en la escuela se hicieron presentes. La presencia de nuestro amigo y compañero docente @mr_jonathan también nos dio mucha alegría.<br />
<br /></div>
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En fin, súmense. Ya las estaremos convocando para alguna actividad.<br />
<br /></div>
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Nota al pie: La policía también estuvo presente pero para proteger a la iglesia, no a nosotras. A nosotras se nos acercaron un par de tipos bastante amenazantes a preguntarnos, entre risas despectivas, si estábamos ahí para que no nos violen y no nos maten.<br />
<br />
Bonus:<br />
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<iframe width="320" height="266" class="YOUTUBE-iframe-video" data-thumbnail-src="https://i.ytimg.com/vi/DD9Uc1sYQu0/0.jpg" src="https://www.youtube.com/embed/DD9Uc1sYQu0?feature=player_embedded" frameborder="0" allowfullscreen></iframe></div>
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Daniela Escobarhttp://www.blogger.com/profile/15269435589932674400noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-29875182.post-36406076588265559562017-03-07T17:38:00.003-03:002017-03-08T12:35:27.184-03:00#8m: Soy feminista<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhqPsYr4F9h1D_qZaSUqusUG3TrzAUgek_vGy5cP2zSTQP7i4K1prZlWjF4hEnRJFhTmKUvShLtLxKAq4EJPo4Zx1BtvNoYIPReBPsvmqJxcSsL97Z-fSW4mqRGhmIyORRGM83U9A/s1600/amiga.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhqPsYr4F9h1D_qZaSUqusUG3TrzAUgek_vGy5cP2zSTQP7i4K1prZlWjF4hEnRJFhTmKUvShLtLxKAq4EJPo4Zx1BtvNoYIPReBPsvmqJxcSsL97Z-fSW4mqRGhmIyORRGM83U9A/s320/amiga.jpg" width="239" /></a></div>
<br />
Y soy profesora. Este año al terminar el ciclo escolar, Daniella, una de mis estudiantes, se me acercó para despedirse y me dijo esto: “No sé qué habría hecho sin el feminismo. Gracias por esa clase”. Nos abrazamos y solo atiné a responder que yo tampoco sabría que hubiese hecho sin el feminismo. Seguramente Daniella pasó por un año turbulento, y yo también, el feminismo nos había salvado de alguna manera ¿Cómo? ¿Qué nos dio el feminismo? <br />
<br />
Mi búsqueda empezó con fuerza en marzo. Aunque había leído a algunas autoras feministas por mi cuenta (en la universidad no se hace más que mencionarlas de paso cuando los estudios sobre la ideología y el postestructuralismo, solo por dar un ejemplo, no podrían pensarse sin los aportes claves del feminismo), aunque siempre me sentí atraída por los estudios de género, aunque tengo amigas activistas, aunque los carteles de agrupaciones feministas de la facultad siempre me guiñaban el ojo, nunca había sentido con tanta fuerza esta sutil y a la vez urgente certeza: “algo no está bien”. Así me encontré buscando respuestas, con la grave intuición de que eso que no estaba bien dentro de mí, ese malestar, tenía que ver con mi condición femenina.<br />
<br />
Ese mes de marzo estuve de vacaciones en Inglaterra, ahí las conversaciones sobre el rol de la mujer estaban al orden del día en los periódicos, la radio, la vía pública. Empecé a nutrirme de estas conversaciones y me compré un libro introductorio sobre feminismo llamado <a href="https://www.amazon.co.uk/Girls-Will-Be-Dressing-Differently/dp/1409148734">Girls will be girls</a>. En este libro bastante accesible, la autora Emmer O’Toole, narra situaciones personales y las analiza desde los estudios de género, principalmente desde los abordajes de <a href="https://www.youtube.com/watch?v=KkB8O7-jGoM">Judith Butler</a>. El libro fue un buen disparador para diseñar el primer tema con el que mi programa de estudios para bachillerato debía empezar ese año, “Lengua y género”. Cuando volví de mis vacaciones y regresé al colegio, aun sin alumnos, me encontré con Daniela, otra profesora que había pasado sus vacaciones en Europa y se había traído con ella inquietudes muy parecidas a las mías. Las dos habíamos descubierto casi al mismo tiempo la necesidad de nutrirnos de la perspectiva feminista. Resolvimos en marzo que “debíamos hacer algo”, si habíamos detectado un malestar en nosotras, era muy probable que nuestras alumnas también lo estuvieran sintiendo.<br />
<br />
Las conversaciones entre Daniela y yo se fueron profundizando a medida que leíamos y hablábamos. Los hilos invisibles del machismo que se habían hecho cuerpo en mí, empezaban a mostrarse. Las situaciones de violencia de género del pasado se mostraban como lo que eran. Necesitaba al feminismo y el feminismo me necesita a mí. Luego de algunos meses Daniela y yo nos atrevimos a diseñar lo que llamamos un “Taller de género” para las chicas de la escuela. Nutridas por la experiencia de la <a href="http://www.biodanza.org/es/">biodanza</a> que empezamos a practicar en septiembre y por nuestros aprendizajes personales en otros espacios, creamos este taller que podría ser llamado también un círculo de mujeres. En estos encuentros nos permitimos ser parte de un espacio de reflexión y de sororidad. Daniela y yo participamos de la actividades que propusimos porque también necesitábamos una ruptura de lo cotidiano para pensarnos y encontrarnos con otras mujeres. Creo que el Taller de género nos hizo bien a todas de un modo profundo y significativo. En cada encuentro había un disparador, un capítulo de un libro, una canción, un poema, que pusiera en juego nuestra condición de mujeres. Luego había una producción, un texto, una pequeña obra de teatro, una pintura, que nos permitiera expresar nuestros propias ideas y ponerlas en común. Al final un cierre, un abrazo conjunto, una reafirmación de que estábamos acompañadas, en un <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Safe-space">lugar seguro.</a><br />
<br />
En nuestras clases, en el aula de todos los días, cada una se encargó de poner la perspectiva de género sobre la mesa hilándola con su materia, yo con Literatura, Daniela con Negocios. En las clases de Literatura nos cuestionamos el genérico “él”, analizamos las representaciones de la mujer en los medios de comunicación y en discursos políticos, debatimos sobre el aborto, leímos obras como <i>Persépolis</i>, <i>Medea</i> y <i>Arráncame la vida</i> que proponían personajes femeninos-otras, disidentes, que se cuestionaban su rol de mujeres impuesto. Daniela y yo, desde nuestro lugar de profesoras, nos atrevimos a problematizar nuestra condición de mujeres junto a una centena de adolescentes. Nos aplaudo por eso. No llegamos al aula con respuestas, sino con inquietudes, algunas muy personales, y fuimos creciendo, siempre junto al grupo.<br />
<br />
El otro día <a href="https://www.theguardian.com/books/2017/mar/03/jessa-crispin-the-woman-at-war-with-lifestyle-feminism?CMP=twt_books_b-gdnbooks">leí un artículo</a> de una escritora feminista que planteaba que el feminismo se había convertido en una especie de lucha personal, que las mujeres habíamos llevado el feminismo al terreno de la vida íntima y lo habíamos arrancado de su carácter social, revolucionario, anticapitalista. Me generó un conflicto. ¿Estaba buscando en el feminismo, como se busca en cualquier dogma, las respuestas para mi vida? Tengo la certeza de que es mi decisión mirarme y mirar el mundo hoy a través de este lente, sin ingenuidades. Me atrevo a decir que quiero llevar el feminismo al terreno de la intimidad porque la intimidad también es política. Me atrevo a decir que si quiero sanar al mundo, también me tengo que sanar yo ¿Cómo no transformar en una lucha personal la lucha en el espacio público que pone en jaque las reglas del juego, legislativas, económicas, familiares y sociales? Estamos profundamente atravesadas.<br />
<div>
<br />
Esta búsqueda que empezó en marzo continúa hoy, un año después. Sigo leyendo, sigo dándome herramientas y cada día me siento más fuerte. Sé que hay contradicciones en las que todavía debo trabajar, es un proceso. Y porque intento, mañana 8 de marzo, en el día internacional de las mujeres voy a ir al encuentro público con otras guayaquileñas para hacernos visibles, para exigir la autonomía sobre nuestros cuerpos y para reivindicar la lucha por la equidad. Me gustaría ver a las mujeres que conozco en la marcha, también me gustaría ver a las agrupaciones<i> queer </i>acompañándonos porque siento que nuestra lucha en el fondo es la misma. Espero que mañana el malestar y la opresión de las mujeres se transforme en una fuerza potente de amor que inunde las calles del mundo exigiendo equidad, justicia y libertad en los ámbitos públicos y privados que habitamos todos los días. </div>
Daniela Escobarhttp://www.blogger.com/profile/15269435589932674400noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-29875182.post-74946162139527794512017-02-18T13:03:00.003-03:002017-02-25T00:18:45.875-03:00AmorAmor antes. Amor reconocido. Amor nos atraviesa por el pecho y por la espalda. Amor nos deja respirando como una bestia rumiante. Amor cíclope. <a href="https://www.youtube.com/watch?v=OzvEZ4LBg_g">"Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca"</a>. Amor vital. Amor vibra por toda la superficie del cuerpo. Amor todo. Amor absoluto. Amor la unidad con el cosmos. Amor vehículo de conciencia. Amor puente. Amor mirada. Amor escritura. Amor yo. Amor me abismo, al borde de mí misma.Daniela Escobarhttp://www.blogger.com/profile/15269435589932674400noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-29875182.post-2066549047163004852016-11-26T01:26:00.003-03:002016-11-26T13:51:18.555-03:00 Clara y los personajes de cuentos que se salían de los libros y muchas veces se iban volando<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh6HR3tx6l3W-2cw0wZb3S4zjf-f5M_VwfD_WuwxRjWKO7Ur3ZIIfLL7QuNFbi_D6FnOPFDueSsrFZ_N_8OPL00b0jE-7ruTEqbWvnS9Fn5Bj9SEEnuxiJqTShqrdVeGAQv9rsJ-w/s1600/84584-Rose-Garden.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh6HR3tx6l3W-2cw0wZb3S4zjf-f5M_VwfD_WuwxRjWKO7Ur3ZIIfLL7QuNFbi_D6FnOPFDueSsrFZ_N_8OPL00b0jE-7ruTEqbWvnS9Fn5Bj9SEEnuxiJqTShqrdVeGAQv9rsJ-w/s1600/84584-Rose-Garden.jpg" /></a></div>
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace; font-size: large;"><br /></span>
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace; font-size: large;"><br /></span>
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace; font-size: large;">Clara
estaba enamorada de las simples cosas y de las historias de los cuentos. ¡Cómo
amaba los cuentos!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace; font-size: large;">A
Clara le encantaba bañarse bajo la lluvia y le fascinaba pintar las paredes con
crayola. La enternecía la sopita de queso (solo cuando estaba enferma) y se
maravillaba con las rosas del jardín de la abuela. Disfrutaba como nadie las
obras de teatro y se reía a carcajadas con los títeres. Se estremecía con las
canciones de su mamá y también leía muchos cuentos ¡Como amaba los cuentos!
Tenía muchos. Los cuentos venían en unos libros gordos y grandes con tomos
numerados. Eran de un azul profundo como el mar con guardas doradas, ya opacas
por el tiempo, en las cuatro esquinas. Esos libros habían estado en la casa de
sus abuelos desde siempre, como las rosas. Nuestra protagonista vivía con sus abuelos
y con su madre. Del papá de Clara no hablaremos mucho en este cuento.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace; font-size: large;">Un
día muy soleado de diciembre Clara tuvo una idea, no sabemos en realidad si esa
idea fue de Clara o si la sacó de un cuento, pero en fin, tuvo una idea. Clara
pensó que si ponía todos los libros de cuentos en el jardín de la abuela, como
si fueran plantas, como si estuvieran vivos, podría conocer a algunos de los personajes
de las historias. Clara creía
fervientemente en los deseos y había deseado con mucho ahínco y cerrando los
ojos que este se le cumpliera antes de su cumpleaños número doce. Uno a uno Clara
empezó a sacar los libros al jardín, con la absoluta solemnidad de una tarea
sagrada. Su gata Blanca caminaba detrás de ella de un lado a otro. Clara tomaba
los libros del librero de madera por el lomo, por la punta de arriba, y los empujaba
para afuera delicada, hasta hacerlos caer como plumas, o como algodón. Un
acolchonado <i>paff</i> sonaba cada vez que
caía un libro en sus manos. Eran doce (los libros, no las manos).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace; font-size: large;">Luego
de disponer los cuentos en los lugares que parecían los apropiados para ellos,
Clara se acostó panza abajo con los brazos sosteniendo su cara, con la mirada
fija en el rosal. Al principio no pasó nada, pero luego de unas horas un libro
empezó a temblar. La primera que salió fue la Gallina Coqueta. Blanca corrió a
la casa asustada, era muy miedosa, pero Clara se quedó en el jardín con los
ojos abiertos como platos. No tenía ni una pizca de miedo. ¡Luego de horas de
contemplación la Gallina Coqueta del cuento había decido ser la primera en
atreverse a salir del libro para que la viera! Movió sus laaargas pestañas de
arriba abajo y de abajo arriba. Primero lento y luego en un <i>do re mi</i> hacía un movimiento más rápido
para rematar la mirada. Los ojos celestes le brillaban como un cielo y el pico
era de un anaranjado vivísimo. Sus plumas eran de varios colores: morado pastel,
turquesa, blanco y amarillo. La Galleta Coqueta se paseaba con elegancia por
las plantas y olía las rosas con cara de enamorada. Tan coqueta era la Gallina
Coqueta que apenas el hijo del vecino pasó por la vereda no duró ni un triz en
salirse por las rejas negras y correr tras él dejando corazones dibujados en el
aire.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace; font-size: large;">Pronto
otro libro empezó a temblar. De este libro, a regañadientes, salió el Duendecito
Furioso ¡Se lo veía muy enojado! Unas arrugas tan profundas como grietas en la
tierra se acentuaban sobre su frente. Encima, su gran sombrero rojo y a los
lados ¡Un montón de pelos grises sin orden alguno! Tenía unos tirantes azules que
parecía que iban a explotar sobre su barriga. Los pantalones eran negros y
llevaba unos zapatos negros también que eran casi de su tamaño. Entre gruñidos,
el Duendecito Furioso empezó a trepar con gran habilidad el tallo de una
margarita. Subía abrazado al tallo con sus brazos y con sus piernas. Cuando al
fin llegó a la cima, el Duendecito Furioso empezó a saltar, claro, con furia
sobre el botón de la margarita, con tal furia que la flor empezó a deshojarse y
luego a llorar. ¡Las flores también estaban vivas! Empezaron a despertar una a
una y le dirigieron una mirada tan llena de quién sabe qué, que el Duendecito
Furioso se detuvo a raya y bajó refunfuñando pero de un salto. Enseguida abrió
el tronco de un árbol como quien abre una puerta y se metió dando un portazo. <i>Pum. </i>Dicen que esa fue la última vez que
el Duendecito Furioso le pegó a una flor. Clara pensó ¡Qué bien por las flores!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace; font-size: large;">Maravillada,
Clara empezó a ver como otro libro temblaba. El Hada de los Cuentos salió empujándose
con sus dos bracitos sobre las páginas y regó un poco de su polvo de hadas
cuando finalmente salió por completo. El Hada de los Cuentos tenía un vestido
de un amarillo muy clarito y se confundía con las flores que Clara había
sembrado con su mamá durante las últimas vacaciones de la escuela. El Hada de
los Cuentos voló hasta los helechos de la ventana y se resbalada sobre las
hojas como se resbalaba por sus pensamientos. Nada del exterior distraía al
hada de los cuentos de sus pensamientos, ni se había fijado en la belleza del
jardín, parecía estar perdida en sus cuentos o mejor dicho en sus ideas de
cuentos. El Hada de los Cuentos nunca había podido escribir nada, ella solo
imaginaba. Con una florcita blanca que le hacía de pluma sobre las manos hacía
garabatos sobre las hojas de su cuaderno. El Hada de los Cuentos se mudó a una
rosa, y después de la rosa se trepó a un geranio y así iba de flor de flor
buscando inspiración. Finalmente el Hada de los Cuentos salió volando
persiguiendo una idea fantástica que se le escapaba en forma de nubecita. Llegó
hasta el techo, se impulsó en las tejas y salió quién sabe para qué lugar en la
galaxia. Lástima, pensó Clara, le hubiese gustado ser amiga del Hada de los
Cuentos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace; font-size: large;">El
cuarto personaje en salir de un libro tembloroso fue el Mono Bello. El Mono
Bello tenía el pelaje como terciopelo y su sonrisa era bondadosa y deslumbrante.
Clara pensó que nunca había visto un animal tan hermoso como el Mono Bello. El
Mono Bello empezó a enamorar una a una a las flores del jardín con su belleza.
Las flores dejaron caer sus pesados párpados en sensuales miradas para el Mono
Bello. Su belleza les entraba por los pétalos hasta lo más profundo del botón. Las
flores lo envolvieron entre abrazos con sus largas hojas verdes. El Mono Bello
también fue seducido por las flores que lo embriagaron con su perfume hasta
hacerlo quedar dormido con una sonrisa tan plácida y sonriente como la de un
bebé. Las flores acurrucaron al mono entre sus brazos-hojas y de tanto en tanto
le hacían cosquillas para ver sus dientes blancos brillando cuando reía. El
mono pasó a ser la mascota de la familia de Clara. Dicen que cuando murió lo
enterraron las flores entre sollozos y perfumes, agitando pañuelos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace; font-size: large;">Al
cabo de poco tiempo otro libro tembló y de él salió la Luna de Queso. La Luna
de Queso rodó y rodó por el jardín y luego se quedó quieta porque se topó con
una piedra. La luna de queso abrió sus grandes y negros ojos y miró sorprendida
a su alrededor ¡Nunca había visto el día! La Luna de Queso estiró sus pies y se
puso en marcha para explorarlo todo. Clara pensó que seguramente la luna estaba
viendo todo desde otra perspectiva por primera vez y no se equivocaba. La Luna
de Queso que solo conocía su cuento hasta entonces, nunca había bajado al
mundo. La Luna de Queso empezó a cantar
una canción de agradecimiento. De pronto el cielo empezó a teñirse de
anaranjado. La luna esperó y esperó hasta que el cielo se puso negro. Subió al
firmamento, les pidió permiso a unas estrellas que conversaban sobre un libro
de cuentos de Clarice Lispector, y se colocó en el centro. La Luna de Queso
iluminó todo el cielo y siguió cantando las gracias.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace; font-size: large;">Como
ya era de noche Clara recogió los libros uno a uno y a cada uno le dio un
abrazo y luego un beso. Aunque sabía que la próxima vez que leyera los cuentos
no encontraría a estos protagonistas no se puso triste, ¡Clara había presenciado
la magia de la Gallina Coqueta, del Duendecito Furioso, del Hada de los
Cuentos, del Mono Bello y de la Luna de Queso! ¿Qué más podía pedir? Segura de
que nadie más entendería su hallazgo (quizás solo Blanca lo entendería), Clara
guardó ese día como un secreto y lo repitió tantas veces como especial se
sintiese el día. De ese modo conoció a muchos personajes más como la Niña que Quería
Volar y la Rana Poeta. Poco a poco los libros de cuentos se fueron quedaron sin
personajes, algunas páginas solo mostraban las ilustraciones de los lugares
vacíos. Una casa roja, un bosque, un gran mar azul. Los personajes de los
cuentos empezaron a poblar el mundo. ¿Y Clara? Clara nunca se quedó sin
historias porque después de estar en contacto con la magia las empezó a escribir
ella, en el jardín, acompañada de su gata Blanca y con una florcita de pluma.
Escribió muchos cuentos como este en los que los personajes se salen de los
libros. Clara escribió desde los doce hasta que fue muy viejita, con arrugas
tan profundas como las grietas de la tierra, hasta que ella misma se convirtió en
cuento y en viento.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal;">
<br /></div>
Daniela Escobarhttp://www.blogger.com/profile/15269435589932674400noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-29875182.post-41244596264323093312016-09-22T14:25:00.000-03:002016-09-23T01:38:37.396-03:00AutorretratoMujer, 29 años, 1,61 de estatura, 69 kilos, nació en diciembre. Amante del café, del vino y de las conversaciones que se extienden hasta la madrugada. A veces siente que todavía tiene 17. Recuerda su infancia y su adolescencia con nostalgia, siente que algo en el que camino se perdió. Melancólica, propensa a tristeza y a las lágrimas aunque conserva cierto sentido del humor. Hija única. Sus pensamientos suelen gravitar sobre sí misma. No lee los diarios ni ve las noticias, le cuesta interesarse por el mundo exterior que imagina inabarcable. La intimidad es su territorio. Introspectiva, su objeto favorito es el espejo, muchas veces habla consigo misma como si fuera su hija. Le gusta exponerse a los límites del abismo. Busca los cambios y las grandes transformaciones, no puede quedarse mucho tiempo en un lugar. Le cuesta sentirse cómoda con los demás. En el colegio le dijeron que tenía problemas con la autoridad y aún los tiene. No le gustan las obligaciones ni las imposiciones. Nunca contesta el teléfono de su casa. Con frecuencia se deja desbordar por sus emociones que, despiadadas, la degluten de pies a cabeza como si fueran una boa. Lucha contra un sentimiento de no pertenencia al mundo. Le cuestan las tareas cotidianas más sencillas. No distingue la derecha de la izquierda. Le cuesta entender mapas y se pierde en su propio barrio, basta con que ponga un pie la calle para entrar en el terreno de lo desconocido. También pierde sus cosas, las olvida, especialmente si son importantes. Está en una constante búsqueda de las llaves de su casa. Siempre toma los caminos más largos pero de alguna manera llega a destino. Cree fervientemente en el azar. Disfruta de la música, los libros y las películas. No ve televisión, no por elección propia sino porque perdió la costumbre. Tiene problemas para relacionarse con los hombres de los cuales se enamora con verdadera devoción. Le gusta vivir cerca del mar. Tiene una inclinación por los excesos y se obsesiona con facilidad. Cree que algún día se hará vegetariana. Cuando era niña soñaba con ser cantante ópera. Sufre de brevedad.Daniela Escobarhttp://www.blogger.com/profile/15269435589932674400noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-29875182.post-76514367063476242162016-09-22T13:50:00.000-03:002016-09-22T13:50:01.389-03:00'Soy' o 'Primer intento de autorretrato'Soy todas las que fui y todas las que seré. Soy lo que otros han hecho de mí. Soy la que se pierde una y mil veces y de alguna forma vuelve a encontrarse. Soy la que se enamora siempre al filo del desborde. Soy la escribe para salvarse. Daniela Escobarhttp://www.blogger.com/profile/15269435589932674400noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-29875182.post-47242879110020848152016-09-18T15:59:00.001-03:002016-09-18T15:59:27.224-03:00Un hechoEs un hecho: cuando estoy enamorada no puedo escribir.Daniela Escobarhttp://www.blogger.com/profile/15269435589932674400noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-29875182.post-89254408991508386972016-09-18T15:47:00.001-03:002016-09-20T01:10:23.728-03:00Parque<div style="text-align: right;">
<span style="font-size: x-small;">Por ahí un papelito </span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-size: x-small;">que solamente dice:</span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-size: x-small;">Siempre fuiste mi espejo, </span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-size: x-small;">quiero decir que para verme tenía que mirarte.</span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-size: x-small;"><i><a href="https://www.poeticous.com/julio-cortazar/bolero?locale=es">Bolero</a></i>, Julio Cortázar</span></div>
<div style="text-align: right;">
<br /></div>
Era sábado al mediodía y salía del peor trabajo que jamás haya tenido. Como empujada por una ráfaga interior salí casi corriendo del edificio de Florida y Lavalle para ir al encuentro de su abrazo salvador. Al cruzar Diagonal Norte casi me atropella un carro. Un vuelco al corazón me paralizó unos instantes. El encuentro ahora se había vuelto más urgente, envuelto por el dramatismo de la posibilidad de la muerte. A medida que me acercaba al parque donde me esperaba, desde lejos pude verlo de espaldas y erguido con su abrigo azul. Hacía frío. Él estaba sentado en una de las bancas mirando hacia abajo, leía un libro de Mark Twain que luego leeríamos juntos, <i>El diario de Adán y Eva. </i>Pensé: está ahí y lo he visto desde muy lejos. Incluso de espaldas y en medio de tanta gente he podido reconocerlo. Lo reconocería en cualquier parte.<br />
Yo existía para encontrarlo, para reconocerlo.<br />
<br />Daniela Escobarhttp://www.blogger.com/profile/15269435589932674400noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-29875182.post-7554161109124648522016-08-21T21:30:00.002-03:002016-08-21T21:31:20.198-03:00Foto de la autora<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgy3atdl1Q3N_2ao1OyOPMze73Qiol3cZEc4dKGdGbVzA0aRScAA0XjK8PF_xQGRVe03LkbU93e0qSdje1IOnEYmX5G99Eb7xcfbrOhaRGCoZQrPULBPtbfzvLQxwMLQdDADkjkzA/s1600/mafaldapijama.jpg" imageanchor="1"><img border="0" height="505" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgy3atdl1Q3N_2ao1OyOPMze73Qiol3cZEc4dKGdGbVzA0aRScAA0XjK8PF_xQGRVe03LkbU93e0qSdje1IOnEYmX5G99Eb7xcfbrOhaRGCoZQrPULBPtbfzvLQxwMLQdDADkjkzA/s640/mafaldapijama.jpg" width="640" /></a>Daniela Escobarhttp://www.blogger.com/profile/15269435589932674400noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-29875182.post-12980389616921405742016-01-02T14:18:00.002-03:002016-08-21T21:30:08.688-03:002015 y ser profesora<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: right;">
<i>Al fin y al cabo somos lo que hacemos para cambiar lo que somos.</i></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: right;">
Eduardo Galeano</div>
<br />
Recordaré el 2015 como el año en que empecé a ser profesora. No basta con dar clases para ser profesora, eso ya lo había hecho antes, sin convertirme. ¿Qué me hace <i>sentir</i> profesora? Quizás la aceptación total de la responsabilidad de estar a cargo de una pequeña parte de la iniciación literaria de 135 chicas y chicos. Quizás la aceptación total de la implicación que requiere estar en el aula como se está en un momento histórico, irrepetible (aquí parafreseo a una de mis compañeras, mayor y más sabia). Quizás la aceptación total de hacerse cargo de lo que sucede en el aula, porque aunque los maestros no somos el centro del aprendizaje sí jugamos un papel importantísimo en el <i>clima </i>del salón de clases, pudiendo convertirlo en un lugar hostil o en un lugar alegre donde todos estén más o menos predispuestos a trabajar juntos. Quizás es la aceptación total de estar abierta a 135 relaciones particulares y diferentes, a sentires, inquietudes y problemas que se cuelan en el aula por todas partes. Se trata de aceptar que una <i>es</i> profesora, con todo lo que eso implica.<br />
<br />
Este año aprendí que dar la materia es una parte pequeña, pequeñita, pero intelectualmente, monstruosamente, desafiante. Que las inseguridades siempre acechan con pensamientos del tipo "no sé lo que estoy enseñando", "soy una estafa", "por qué me eligieron a mí". Que una como maestra debe implicarse en el aprendizaje, y enamorarse de lo que está enseñando. Que somos las guías del aprendizaje <i>conjunto</i> de la materia, este año aprendí junto a mis estudiantes muchísimo sobre literatura. No hay que saberlo todo para enseñar, está permitido aprender junto a tus estudiantes (Lee <i>El maestro ignorante</i> de Jacques Rancière ).<br />
<br />
Aprendí que nadie va a entrar al aula y hacer la clase perfecta por ti, tú tienes que diseñar las clases que quieres tener (consejo de Gabriela en una de mis crisis ¡Gracias!). Aprendí que si tratas a los estudiantes con hostilidad, ellos serán aun más hostiles que tú y habrás cerrado una puerta muy difícil de volver a abrir, pero no imposible. Aprendí que la relación con cada estudiante se teje con unos hilos muy finitos, que hay saber cuidar. Aprendí que esta es una profesión agotadora y desgastante, que puede llevarte a crisis emocionales importantes sino aprendes a tenerte compasión. Aprendí que es una profesión altamente competitiva y que los adultos muchas veces arruinan el espacio potencial y vital que es una escuela. Reafirmé que el sistema educativo tradicional es terrible y caduco y que es imprescindible salir de ahí pronto para no aniquilar por completo las ganas de enseñar. Aprendí que es necesario crear otros espacios porque la escuela de nuestros sueños está por construirse.<br />
<br />
Espero que este post le sirva a alguna profesora novata. Si estás ahí ¡No te rindas!Dani Cainehttp://www.blogger.com/profile/02524209526086407363noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-29875182.post-73536997127337154662014-03-25T15:29:00.002-03:002014-03-25T21:34:35.294-03:00Sólo deja que la ola te lleve<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://theotheralice.tumblr.com/post/80673855153"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgBXOO4tWh_WceLwFEzl5ki01eBxuMOvfnVwdiEGBMiedA1OZzASxAmV2UimEpuRs_x3Hj-fOhRvPX9Zxjq_ML2ofWu8SqOjgnkzquyKa_kKmjZP4hUtgiNNn9lY0efLZY-tsPiig/s1600/waves.jpg" /></a></div>
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<br /></div>
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<i>A Mónica y Vicky</i></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: right;">
<i><br /></i></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
El temblor despertó a Cora de
madrugada. La casa se movía como una hamaca. Recordó
que había vuelto a tierras volcánicas. Se levantó de la
cama como pudo y se paró debajo del marco de la puerta como le
habían enseñado. En la casa sólo se oía el crujir del piso de
madera, todos gozaban de un sueño profundo menos ella que se
despertaba de una vez y para siempre si un pajarito le cantaba en la
ventana. Pasó el temblor y volvió a la cama. Las sábanas tenían
ese olor fresco que sólo les da la prolongada exposición al sol.
Entrando al estado de ensoñación se le apareció la viva imagen de
la mañana anterior. Lidia en el mar. Lidia pidiendo ayudando en el mar.
Lidia estirando el brazo y ellas tratando de llegar a la orilla.
“¡Ven, ven! Sí puedes salir” “'¡Ven! Sólo deja que la ola
te lleve”. Lidia se empujaba para abajo como intentando tocar la
arena con los pies para impulsarse y su cara decía que no, que no
tocaba, que no podía salir. El mar inmenso y Lidia ahí en el medio
sorteando cada ola, permaneciendo siempre en el mismo lugar, cada vez
más cansada, pálida de terror. Berti le gritaba con entusiasmo para
animarla a salir y luego miraba a Cora, y Cora miraba a Berti, y
ambas no sabían que hacer para sacar a Lidia del mar. La playa de
Punta Lucía estaba desolada y por eso habían ido, porque nunca
había nadie y podían tener la playa para ellas solas. Ahora no
parecía tan buena idea. Hubiesen dado lo que sea porque alguien
pasara por ahí para halar a Lidia del brazo y devolverla a la arena
seca. A las dos sobrevivientes del remolino les había costado tanto
salir que sabían que si volvían a entrar por Lidia, sólo
significaba que después no iba a poder salir ninguna de las tres y
morirían ahí ahogadas sin que nadie sepa siquiera por donde empezar
a buscar sus cuerpos. El tío de Cora había muerto hace más de
veinte años en esa misma playa y ahora Cora se reprochaba no haber
escuchado a su madre cuando le decía que nunca se bañe ahí “En
Punta Lucía siempre parece que el mar está tranquilo, la gente
entra y después no puede salir. Ahí el mar es traicionero.
Acuérdate del tío Javier”. Una ola la había revolcado con fuerza
y la había dejado exactamente en el mismo lugar, pero de alguna
forma que después calificó como divina pudo llegar a la orilla con
Berti que había podido salir primero, quizás porque era la más
alta de las tres y podía impulsarse tocando la arena. “¡Ven! Sólo
deja que la ola te lleve”, seguía gritando Berti. Lidia se embarcó
en un ola y por primera vez en lo que parecía una eternidad, se
acercó un poco más hacia sus amigas. Poco a poco fue llegando a la
orilla hasta que alcanzó a Berti y a Cora y salieron juntas del mar
exhaustas, sin decir nada, sabiendo que habían ganado la vida otra
vez, por azar pero también por insistencia. Caminaron hasta llegar
al lugar donde tenían sus cosas, sin parasol, sólo las toallas
tiradas en la arena. Se acostaron agotadas y después se rieron
todavía nerviosas y cada una relató su salida del mar, cómo había
sido, que habían sentido, cómo las arrastraron las olas. Lidia
contó que su padre le había dicho que había una frecuencia de
siete olas muy bravas y que después de eso el mar volvía a estar
calmo. Sólo era cuestión de esperar con paciencia que pasaran esas
olas y después tratar de salir. “Traté de calmarme con eso, pero
no pude esperar, ya quería salir” les dijo con los ojos
angustiados. Las tres se agarraron de las manos y no dijeron nada
más. Recogieron sus cosas y se fueron asustadas de Punta Lucía,
pero también victoriosas y renovadas por ese nosequé que da la
cercanía a la muerte. Cora en su cama hacía un repaso de todo pero
había una imágen que persistía, Lidia sóla agitando los brazos en
el ancho, infinto mar. Sola, estancada, sólo ella podría sacarse de
ahí. “Estamos solos” pensó Cora y volvió a intentar dormir otra vez,
sintiéndose desprotegida como si no hubiese nadie más habitando la
casa o el mundo hasta que recordó la cálida voz de Berti que había animado a Lidia a salir del mar diciendo "¡Ven! Sólo deja que la ola te lleve!".</div>
Dani Cainehttp://www.blogger.com/profile/02524209526086407363noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-29875182.post-47743262162771135642014-01-23T20:45:00.002-03:002014-01-24T00:42:39.554-03:00Ahora qué<span style="background-color: white; font-family: Courier New, Courier, monospace;"><i>Diagnóstico: Síndrome de la post-universidad. </i></span><br />
<span style="background-color: white; font-family: Courier New, Courier, monospace;"><i>Centro de Rehabilitación "Sol del mañana"</i></span><br />
<span style="background-color: white; font-family: Courier New, Courier, monospace;"><i>Habitación 005</i></span><br />
<span style="background-color: white;"><i><span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span>
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">Estoy en el centro de rehabilitación de jóvenes con síndrome de la post-universidad. Aquí se supone que nos van a sacar el miedo y nos van a preparar para enfrentar el duro mundo laboral del siglo XXI. </span></i></span><br />
<span style="background-color: white;"><i><span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">Por las mañanas desayunamos todos juntos en el comedor. Después salimos al jardín donde nos permiten leer únicamente libros motivacionales. Bueno, t</span><span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;">ambién nos dejan leer periódicos pero en grupo, es parte de la terapia para ir adaptándonos al mundo real.</span><span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;"> </span><span style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace;">Está terminantemente prohibido escuchar música y leer poesía, ambas conductas son sancionadas con el aislamiento. El alcohol y las drogas tampoco están permitidos, pero los duces sí, para la ansiedad. Hay una televisión que sólo pasa charlas TED, esa la compartimos entre todos. </span></i></span><br />
<span style="background-color: white; font-family: 'Courier New', Courier, monospace;"><i>En la habitación de al lado, en la 006 está Victoria, una estudiante de piano que nunca se ríe. Nos hemos empezado a hacer amigas, a ella se le hace difícil sin la música.</i></span><br />
<span style="background-color: white; font-family: Courier New, Courier, monospace;"><i>Los miércoles y los viernes podemos recibir llamadas. Mi mamá me ha llamado hoy por teléfono para decirme que no me quiere presionar pero que cuando salga de "Sol del mañana" tengo que saber bien que voy a hacer. Le colgué. Es hora de ir a la terapia individual, hoy tengo que contarle al doctor cómo superé la graduación del colegio. </i></span><br />
<br />
Aquí se acaba la ficción y empieza el relato autobiográfico.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjIe0lg_C9Q0wQZ1oLXd_AlhEo4EqaR45V3KW2Q96vqf4VUGUGhOiumhzx-dReHvkkkLqv6FxfTs6YH3C5Qs1zXjTAPoXROCQZunE3XKNzLXCReUb0P4oP5yRdMVPyo58Ta3uqrdA/s1600/chicas-y-maletas-466x310.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjIe0lg_C9Q0wQZ1oLXd_AlhEo4EqaR45V3KW2Q96vqf4VUGUGhOiumhzx-dReHvkkkLqv6FxfTs6YH3C5Qs1zXjTAPoXROCQZunE3XKNzLXCReUb0P4oP5yRdMVPyo58Ta3uqrdA/s1600/chicas-y-maletas-466x310.jpg" height="265" width="400" /></a></div>
<br />
Mi mamá me dice que tengo que saber bien qué voy a hacer. Mis planes terminan el día que regreso a Guayaquil. Después de ese día, no se qué voy a hacer. Entonces reconozco esa incertidumbre que dicen que la ataca a una cuando termina su carrera universitaria. Ese "¿Ahora qué?" que siempre pensé que era una invención. Tengo planes en exceso y me cuesta decidirme. También me cuesta creer que lo que planeo se va a cumplir. Será porque como bicho latinoamericano ya aprendí que mucho depende del contexto. Voy a regresar a Guayaquil y cualquier cosa puede pasar. No sé que esperar. Tener tiempo para pensarlo sólo lo hace peor. Cuando decidí venir a Buenos Aires todo pasó rápido. Tenía que terminar el primer año de universidad, seguir con mi trabajo de profesora de inglés y hacer los numerosos trámites en el consulado de Argentina (para eso tuve que viajar a Quito cuatro o cinco veces). En el consulado estaban colapsados de solicitudes de estudiantes y había que ser muy insistente, llamar, pedir que por favor aceleran el trámite, que ya iba a empezar la universidad, que ya tenía mi pasaje de avión, etc. Cuando fui por última vez para firmar mi inscripción al Ciclo Básico Común de la Universidad de Buenos Aires leo en el papel "PSICOLOGÍA".<br />
<span style="background-color: white; color: #444444; font-family: arial, sans-serif; font-size: x-small; line-height: 16.1200008392334px;"><br /></span>
<span style="background-color: white; color: #444444; font-family: arial, sans-serif; font-size: x-small; line-height: 16.1200008392334px;">—</span>Ehhhh, perdón, pero aquí dice 'psicología' no 'comunicación', y yo me inscribí en comunicación.<br />
<span style="background-color: white; color: #444444; font-family: arial, sans-serif; font-size: x-small; line-height: 16.1200008392334px;">—</span>Ah, deje ver. Ah, sí, es cierto dice psicología, pero psicología, comunicación, es lo mismo.<br />
<br />
Llanto. Hice una tremenda escena en el diminuto consulado, gritando "No es lo mismo, no es lo mismo", hasta que la secretaria me prometió que harían el cambio de carrera. Recuerdo que mi papá me miraba como diciéndome "te voy a matar", supongo que le enojaba mi falta de carácter y mi actitud caprichosa. Cuando salimos, nos encontramos con mi media hermana. Ella nos preguntó como nos fue, él sólo dijo "se puso a llorar".<br />
Entre el melodrama de la inscripción en la universidad, hacer unos trámites más, conseguir departamento por internet y las despedidas, no tuve tiempo de pensar que de verdad me iba. Sólo me di cuenta cuando ya estaba en el avión, hasta ese entonces todo había sido divertido, incluso los viajes a Quito por un día donde veía a mi papá. Y ahora estaba sola. Sola en el avión como tantas veces antes, pero estaba vez era distinto. Como ahora, tampoco había planificado nada después de la fecha de llegada. Llegaría a Buenos Aires y ahí vería "que trip", pero eso <b>no me daba miedo</b>. Al contrario, me encantaba la incertidumbre. Que rico era tener diecinueve.<br />
Ahora se me hace tan difícil tomar una decisión y cuando la tomo pienso y pienso y pienso y doy vueltas en la cama y no puedo dormir. Como ahora. Trato de no pre-ocuparme (juego de palabras que me enseñó una amiga que va a terapia cognitiva-conductual, muy útil). Pero no puedo. Quiero anticipar mis movidas y sé que no puedo, sé que tengo que llegar, que tengo que estar ahí y ver que pasa, ver "que trip". Es lo único que sé. Podría tener un máster en "gestión de la incertidumbre". En mi tarjeta de presentación escribiría abajo de mi nombre "El futuro siempre es un lugar pantanoso".<br />
Tocará otra vez subirse al avión y no saber que pasará después de ese día. Supongo que sólo se trata de estar abierta a lo que el contexto depare (para no decir "destino"). Supongo, supongo, supongo.<br />
<br />Dani Cainehttp://www.blogger.com/profile/02524209526086407363noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-29875182.post-56007026384033274872014-01-15T21:54:00.003-03:002014-02-02T18:10:04.446-03:00El día que un hombre me escupió<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://fulldereinas.tumblr.com/post/68315491576/ceda-el-paso"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEizULY5DMUfkCKDNKLta5iajNUxLO_DyGNqzkB_VlLHN9VXQ3wrFFMM2CyhrV8JoyL6fcGzmL4g3wIWq_jx0aia7fLZ40JTQN6CKqQWqxxtqds9doPRvHhOoi-epoWGWNwOla7c5g/s1600/cedaelpaso.jpg" height="297" width="640" /></a></div>
<br />
<br />
<div style="text-align: right;">
<i>"No hay hombre interior, </i></div>
<div style="text-align: right;">
<i>el hombre es en el mundo, </i></div>
<div style="text-align: right;">
<i>y es en el mundo en donde se conoce"</i></div>
<div style="text-align: right;">
Maurice Merleau-Ponty</div>
<div style="text-align: right;">
Fenomenología de la Percepción</div>
<div style="text-align: right;">
<br /></div>
El colectivo fantasma está lleno de espectros. Todos para mí están muertos. Es uno de esos días en que me encuentro en absoluto volcada hacia mí misma y con una profunda (la palabra indicada sería superficial) indiferencia hacia los demás y el mundo. Son días en los que si una persona muriese a mi lado yo a penas voltearía la mirada y seguiría de largo para pensar sólo en mi propia muerte. No es agradable, ni cordial, pero es lo que pasa. Pienso que eso deben sentir los psicópatas: absolutamente nada. Mi mirada se pierde sobre cualquier superficie, no importa, porque en realidad no miro nada, sólo pienso y no siento nada. El colectivo está lleno de cuerpos y hace mucho calor en esa maldita tarde de enero. Siento mi mente desarticulada de mi propio yo, del tiempo y del espacio. Me he ido muy lejos y sin embargo estoy ahí, parada, tratando de encontrar un lugar estable en el atestado transporte público que tanto detesto en días como ese. El colectivo está tan lleno que no hay ni un lugar donde poner la mano para no caer con sus vaivenes. Luego de avanzar hacia la parte de atrás del colectivo encuentro un asa libre para aferrarme, mi mano la toma con fuerza. Disfruto del hallazgo sólo unos segundos porque alguien ha decidido ignorar mi mano y tomar la misma agarradera. Es un hombre. Siento el roce. Mi mano rozándose con la mano de un extraño, extraño que tiene las uñas largas y que me recuerda al <a href="http://daily.greencine.com/Denis-Lavant-Holy-Motors.jpg">hombre de las cloacas de Holy Motors</a>. Muevo la mano un poco como para reafirmar que yo agarré la manija primero y percatar al otro de que aquel roce me molesta. Retira su mano. Ja. Puede seguir ciertas convenciones sociales al menos. Hay algo en su presencia que me ha sacado del lejano lugar mental donde me encontraba. Siento que me está observando. La mujer que estaba sentada al lado mío se ha parado ¡Asiento vacío! ¡Asiento vacío! Voy a sentarme. Me siento. Saco los audífonos de la cartera. Ah. Pero hay algo que me molesta, y es que ahora tengo a ese hombre desagradable justo a mí lado, y sé, lo sé, me está mirado. Me siento muy incómoda y de pronto el hombre está gritando. Me saco uno de los audífonos y levanto mi mirada, me está hablando y mientras dice "No hay nadie en la calle ¿eh?" veo grandes borbotones de saliva mezclados con algo de sangre caer de su boca directo a mi pierna. Veo la saliva sobre mi pantalón y me paro horrorizada sin poder decir nada, a penas logro articular una expresión silenciosa de horror. El hombre se limpia la boca -que sigue produciendo saliva- torpemente con el brazo y dice "disculpa" mientras se sienta satisfecho en el asiento que ya he dejado, muda, en busca de la puerta de salida del colectivo. La ilusión de la abstracción duró sólo unos momentos, sólo hasta que la realidad me dio un escupitajo, sólo hasta que la realidad me trajo de vuelta al mundo de los vivos a salivasos.Dani Cainehttp://www.blogger.com/profile/02524209526086407363noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-29875182.post-85988022614848619682013-12-17T21:46:00.006-03:002013-12-18T03:42:11.213-03:00Cumpleaños #27<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgeFJoIyJxnOu9yhZgG45hJbh42FWZkg3MmwB2rmcXhwO1WWXgb3ItyQ-EfrIPatq7gXKkZBUMhugbyfDS-6b6Ib6yjDk-MFlwT0gIeMSw7-1kLeCkUg_w4MpBFR-OPDUhDiOJEfQ/s1600/florescaras.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgeFJoIyJxnOu9yhZgG45hJbh42FWZkg3MmwB2rmcXhwO1WWXgb3ItyQ-EfrIPatq7gXKkZBUMhugbyfDS-6b6Ib6yjDk-MFlwT0gIeMSw7-1kLeCkUg_w4MpBFR-OPDUhDiOJEfQ/s400/florescaras.jpg" width="337" /></a></div>
<br />
¡Hoy es mi cumpleaños número veintisiete! Le pedí a Marosa di Giorgio un poema. Me senté en mi cama y abrí con los ojos cerrados "Los papeles salvajes". Pasé despacio mis dedos por las páginas mientras mi mano izquierda hacía pasar rápido las hojas del otro lado. Me detuve en la 509 o mejor dicho, me detuvo el azar. Leo un poema sin nombre pero que bien se hubiese podido llamar "La recitadora". La recitadora aparece en el medio de los frutales con un vestido morado y la gente se preguntaba si ella "¿contaba la historia de cada ser y de cada cosa?". ¿Soy yo la recitadora? ¿Podré contar la historia de cada ser y de cada cosa? ¿Podré emerger en el medio de mis propios papeles salvajes? Quizás no todas las historias, pero sí la propia, "que se teje también con todas las demás" agregaría Martina (a quien extraño aunque se fue de viaje a Bolivia sólo unas semanas).<br />
Espero que mis veintisiete me deparen más proyectos, ciudades, momentos inesperados, felices y más amigos dispuestos a seguir tejiendo la trama. Un año para continuar floreciendo. Este año ya estuvo lleno de nuevos afectos y aunque algunos se van como pájaros llenos de luz, permanecerán en los momentos vividos (y en las páginas de mi diario). No puedo culparlos, yo también parto pronto. Cuántas cosas pasaron en este año intenso. No podría estar más feliz.<br />
Sumo como regalos de cumpleaños los mensajes y llamadas llenas de cariño que he recibido desde las doce. Hay amor, existe y es palpable. Deja sus huellas profundas entre quienes establecemos vínculos sinceros. El cumpleaños es un ritual colectivo en el que celebramos con los demás que estamos aquí, vivos. Brindo por eso, sin copa (porque mañana tengo un examen) y sigo leyendo al maravilloso De Certeau, que se ha infiltrado en estas líneas, en las infralineas, latentes, palpitantes. "Hay amor", como dice Clarice Lispector, "que hay que vivirlo hasta la última gota. No mata". Que vengan más años de amarnos más. Gracias a todos los que me hicieron sentir esto hoy.<br />
<br />
Aquí el poema de Marosa:<br />
<blockquote class="tr_bq">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><span style="background-color: white; line-height: 18px;">En mitad de la tarde, delante de los frutales, apareció la recitadora; flotaba en el viento su pelo color cereza; su óvalo era blanco y serio; el vestido morado, abierto hasta la cintura, le llegaba al pie, pues, parecía tener sólo un pie, aunque luego se vio que eran dos, y como de mármol, con uñas bermejas; las manos, igual; los zarcillos de plata tocando el hombro. La gente, que se acuclillaba a escuchar, no entendía bien lo que ella decía, ¿contaba la historia de cada ser y cada cosa? Del gusano, la perdiz y la rosa, con movimientos serios y breves, o con una leve sonrisa de sus labios fuertemente teñidos de rosa.</span><span style="background-color: white; line-height: 18px;">Los niños saltaban arriba de las calabazas, fornidas y erguidas igual que los muebles, y gritaban lejos: ¡Volvió la declamadora! ¡Está la recitatriz!</span><span style="background-color: white; line-height: 18px;">Y vino más gente y se puso en cuclillas. Hasta que cayó la noche y los colores de ella se volvieron más intensos y flotó en el aire y se diluyó en el aire como una lámina.</span><span style="background-color: white; line-height: 18px;">Gritaban: ¿Cuándo volverá? ¡Qué no vuelva nunca! ¡Es una santa! ¡Tenía un hilo de rubíes en el cabello! ¡No eran rubíes, eran flores!</span><span style="background-color: white; line-height: 18px;">Y volvieron a sus hogares, ya en la noche, cayó sobre todos, una lluvia de rositas chiquitititas; clamaron: ¡Llueve! – pero, estaba la noche azul, radiante - ¡Llueve! ¡Está lloviendo! (Ya, totalmente despistados)</span><span style="background-color: white; line-height: 18px;">Y apresaban en sus manos, las rositas, como un disparate.</span><span style="background-color: white; line-height: 18px;">Y las rositas daban un profundo olor a membrillo muy maduro y a limón.</span></span></blockquote>
Dani Cainehttp://www.blogger.com/profile/02524209526086407363noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-29875182.post-38496925585074303432013-10-06T02:04:00.000-03:002013-10-06T02:04:45.351-03:00Las flores necesitan agua para crecerCuerpo Mar. Ojo Mar. Sexo Mar.<br />
¿Cuándo vas a venir a remojarte en mis orillas?<br />
Agua viva que se agita en mí y se mueve como la marea al antojo de la luna.<br />
Mi profundidad es la profundidad del mar, que es la profundidad de la noche oscura.<br />
De las flores marinas brotan perlas, y dentro de las perlas el mar, siempre el mar.<br />
<br />Dani Cainehttp://www.blogger.com/profile/02524209526086407363noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-29875182.post-81648053077720237772013-10-06T01:57:00.000-03:002013-10-06T01:57:13.104-03:00El amor, como el pensamiento, ha de ser siempre desmesurado.Mis versos de amor se chocan contra la ventana y caen desarmados y lloran como niños. Yo les froto la frente y les sirvo una taza de leche con miel y los acuesto a mi lado bajo las sábanas. Para que se duerman les leo cuentos de hadas y les digo en un susurro "ya va a pasar, ya va a pasar".Dani Cainehttp://www.blogger.com/profile/02524209526086407363noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-29875182.post-64096883610843810852013-10-05T17:30:00.001-03:002013-10-06T02:08:48.153-03:00Agua viva<div style="text-align: right;">
<span style="vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="background-color: white; color: #444444; font-family: Courier New, Courier, monospace; line-height: 16px; text-align: left; white-space: normal;">—¿La locura es condición de la escritura?</span></span></div>
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><span style="font-size: 15px; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span>
<span id="docs-internal-guid-10b4464c-8a49-23cf-66c5-43682a2d3aca"><span style="vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Me reprocho el no haber traído un cuaderno para escribir, como si no supiera ya que la escritura puede llegar en cualquier momento y sorprenderme, desprevenida. El colectivo no llega, en medio de la avenida se está levantando un escenario. Me pregunto a qué espectáculo no iré. Estoy sola. Mi carácter solitario de hija única se regocija en la imaginación continua que facilita el silencio. Soy capaz, si así lo deseo, de imaginarme incluso al perfecto acompañante. Pero hoy no quiero estar sola. Hoy aceptaría el roce de una mano, una caricia tibia. Pero no de cualquiera. No. Ansío esa compañía única, esa capaz de sustraerme del mundo de los muertos y plantarme de lleno en el de los vivos. La calle ya no es calle, el escenario la ha despojado de tráfico. Escribo sentada en la parada de un colectivo que nunca llega y no hay otra metáfora más correcta. He estado cinco horas en una librería y después de sumergirme en los estantes y leer un poco de aquí y de allá me llevo conmigo dos libros perfectos, no he podido irme sin ellos y ¡ay! ¡que caros son los libros! si pudieran transformarse en alimento, o en vestidos, o en zapatos (tengo dos debilidades, los libros y los zapatos). Pero lo son, a su manera, los libros son mi alimento y mis vestidos y mis zapatos. Son la saciedad completa. Un libro o dos libros o tres libros. Quiero leerlo todo. Si supiera que me queda poco tiempo creo que me dedicaría sólo a leer y meterme al mar. Libros, mar, libros, mar, libros, mar. Y de vez en cuando escribir. Y de vez en cuando amar (aunque sería difícil encontrar al que quiera amar sabiendo que a una le quedan pocos días) ¿pero qué estoy diciendo? ¿por qué invoco a la muerte? ¿por qué quiero ser pez cuando todavía puedo estar viva en la superficie? el cielo es el mar ¿cómo será el cielomar de los poetas? quiero que las olas golpeen fuerte contra mi cuerpo para recordarme que no soy nada y a la vez soy algo, algo que se golpea contra una ola. Clarice Lispector ha encontrado la metáfora perfecta para el flujo de conciencia: "agua viva"</span></span></span><br />
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><span style="vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><br /></span>
<span style="vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Los dos libros que llevo: Los papeles salvajes de Marosa di Giorgio y Agua Viva de Clarice Lispector. (Estoy segura de que hoy cuando me quede dormida Marosa di Giorgio va a salir del libro y va a coserme alas, y de las alas va a salir un hombrecito diminuto, como en su poema).</span></span>Dani Cainehttp://www.blogger.com/profile/02524209526086407363noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-29875182.post-24332969322230974122013-05-26T19:58:00.000-03:002013-07-26T17:46:44.086-03:00Conocer a un chico en un cumpleaños<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://93miles.tumblr.com/"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhk_V9GWio7zdCQ4g0xobeDxrw6474t672US50dK46W8us1AX1vTS58S0xYo6lFLj0fRehmLIRajTWWatIv8yYFk2veinNpFbHVHbT64xYhbHH881CBTUqUQ_vl1Zb1spf_vhkKrg/s1600/partyover.jpg" /></a></div>
<div>
</div>
<br />
<br />
<div style="text-align: right;">
<a href="http://lema.rae.es/drae/srv/search?key=fortuito">fortuito, ta.</a></div>
<div style="text-align: right;">
(Del lat. fortuītus).</div>
<div style="text-align: right;">
1. adj. Que sucede inopinada y casualmente.</div>
<br />
Conocer a un chico en un cumpleaños no es como conocer a un chico en cualquier otra parte. Los cumpleaños celebrados en casas o departamentos <span style="background-color: white; color: #444444; font-family: arial, sans-serif; font-size: x-small; line-height: 16px;">—</span>o al menos a los que a mí me gusta ir<span style="background-color: white; color: #444444; font-family: arial, sans-serif; font-size: x-small; line-height: 16px;">— </span>son reuniones íntimas donde se mezclan amigos de aquí y allá en una única ocasión. Es como si cumplir años fuese la sóla oportunidad que amerita juntar a todos nuestros amigos en un lugar. En un cumpleaños todos son extraños a medias, conocer a alguien en común cotiza alto en el mercado de la confianza.<br />
La pregunta para abrir cualquier conversación está servida en bandeja de plata “¿De dónde conoces a <span style="background-color: white; color: #444444; font-family: arial, sans-serif; font-size: xx-small; line-height: 15.984375px;">—</span>nombre de quien cumple años aquí<span style="background-color: white; color: #444444; font-family: arial, sans-serif; font-size: xx-small; line-height: 15.984375px;">—</span>?” Entonces es fácil empezar a compartir anécdotas que dan fe de una amistad compartida y las voces se van mezclando con la música mientras los vasos se van llenando de vino. Por un momento da la sensación de que todos podrían ser amigos de todos.<br />
Si el departamento o casa tiene patio entonces no faltará quien <span style="background-color: white; color: #444444; font-family: arial, sans-serif; font-size: x-small; line-height: 15.994318008422852px;">—</span>al menos en los cumpleaños que más me gustan<span style="background-color: white; color: #444444; font-family: arial, sans-serif; font-size: x-small; line-height: 15.994318008422852px;">—</span> comparta sus flores. Entonces la música empieza a sonar como un fondo meloso donde las conversaciones se resbalan de las bocas de los invitados. Las manos se mezclan en los platos con snacks y quizás, quizás nuestra mano se llegue a rozar casi sin querer con la de alguien más.<br />
<div>
Cuando llega la torta, el o la cumpleañera sopla las velas y alrededor los invitados ahora amigos, aunque sea durante lo que dure el evento, festejan y alzan sus copas. Se toman fotos y sigue la fiesta, porque cuando llega la torta ya varios botellas de vino se han vaciado; la reunión ahora es fiesta. Siguen las fotos y algunos empiezan a bailar. Creo que en las fiestas de cumpleaños es todo diversión, si la gente es la adecuada.</div>
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Pero lo mejor que te puede pasar en un cumpleaños es que te guste alguien. Entonces toda la fiesta empieza a girar en torno a ese invitado que llegó tarde y te agarró desprevenida, ya con algunas copas encima. Sabes que las miradas a veces funcionan como imanes pero no puedes creer que de todos los rincones del departamento el invitado se haya sentado justo a tu lado y empiece a hablar contigo. Entonces piensas que tiene una voz sexy y que hace mucho tiempo no habías visto una mirada como esa. Algo importante podría suceder en este cumpleaños. Sabes que este es un encuentro tan especial como fortuito. </div>
<div>
El invitado, que ha llegado solo, ahora viene contigo a todas partes. Al patio, a buscar un trago, a cambiar la música, a sentarse en el sillón. Entonces el cumpleaños se ha transformado en el lugar perfecto y sólo piensas que no quieres irte sóla, quieres irte de la fiesta con él. Pero el hechizo se rompe cuando la intimidad que antes te agradaba ahora te inhibe, porque no es fácil acercarse más con toda esa luz y todos viéndote. </div>
<div>
Entonces alguien propone ir a un bar y dices que sí y cuando ya todos están afuera con sus abrigos acordándose de que era invierno, el chico que te gusta dice “yo voy para allá” y en menos de lo que dura chasquear los dedos ya te estás despidiendo con un beso en la mejilla prolongado, pero beso de despedida al fin, sin un número de teléfono, un mail o cualquier tipo de indicio. Estás parada afuera de la casa, con el resto de los invitados que se han quedado, deseando que el cumpleaños no se hubiese acabado nunca. Todos suben a un taxi y van a un bar a seguir la fiesta pero para tí ya se ha terminado porque desde que cruzó la puerta lo único que querías era irte con él, el invitado que llegó tarde al cumpleaños. </div>
Dani Cainehttp://www.blogger.com/profile/02524209526086407363noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-29875182.post-71283129751355113012013-05-17T19:42:00.003-03:002013-05-26T20:58:56.432-03:00Nostradamus<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://www.flickr.com/photos/moonside"><img border="0" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhjFwSU4bJscKLwlXsPN7W4ZEtaVgfxQLXIr6yHjScMp21We147kYXdn5-zBi7gtYF1YXhJDW1We90tH7g-9cAXCI2B7om6TE2_liSl4CeMs495uBwo3dakCMLOiOEYYWYRByq3cw/s400/marmoonsides.jpg" width="400" /></a></div>
<span style="color: #111111;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></span>
<span style="color: #111111; font-family: inherit;">Que se callen las ciudades.</span><br />
<div style="color: #111111; line-height: normal;">
<span style="font-family: inherit;">Que en el medio del mar exploten los barcos. </span></div>
<div style="color: #111111; line-height: normal;">
<span style="font-family: inherit;">Que el cielo se tiña de rojo.</span></div>
<div style="color: #111111; line-height: normal;">
<span style="font-family: inherit;">Que la selva se trague a los hombres.</span></div>
<div style="color: #111111; line-height: normal;">
<span style="font-family: inherit;">Que los volcanes exploten en lava.</span></div>
<div style="color: #111111; line-height: normal;">
<span style="font-family: inherit;">Que los animales duerman serenos.</span></div>
<div style="color: #111111; line-height: normal;">
<span style="font-family: inherit;">Que el agua corra y que corran también</span></div>
<div style="color: #111111; line-height: normal;">
<span style="font-family: inherit;">las lágrimas del mundo.</span></div>
<br />Dani Cainehttp://www.blogger.com/profile/02524209526086407363noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-29875182.post-45481793613073251462013-05-15T22:20:00.000-03:002013-05-26T19:59:45.262-03:00Hice un verso sin esfuerzo Y aquí estoy yo otra vez luchando una batalla literaria. Ayer fui a un café con tres buenas amigas en la esquina de la facultad. Carolina, Martina y Sara. Las iba a nombrar con las iniciales de sus nombres, pero sus iniciales no alcanzan, tengo que nombrarlas completas porque así de mucho las quiero. Con nuestros cafés con leche en las manos Sara nos contó sobre un concurso de poesía en el que ganó el segundo puesto. Que meritorio es ganar segundos puestos, creo que es mucho mejor que ganar el primero. El primero es como ese alumno aplicado chupa medias que cumple todas las expectativas del profesor y se saca un diez. El segundo en cambio se ha salido algo, aunque sea un poco, del canon. Hay algo de subversivo en ser el segundo. Mientras Sara hablaba yo divagaba ayudada por la gripe; los estados de enfermedad a veces son alucinatorios: ¿Cómo se aprende a escribir poesía? ¿Se puede aprender? ¿Yo puedo aprender o estoy destinada a escribir vulgares prosas? ¿Por qué nunca he ganado un concurso? ¿Cómo se sentirá ganar algo así? ¿El don de escribir poesías viene acompañado con el don de recitarlas o eso también se aprende? ¿Cómo se sentirá estar un escenario recitando? ¡Wow! Sara puede hacer todo eso y es mi amiga. Me llena de orgullo. Ya en casa, y aun enferma, sin mucho que hacer me pongo a pensar si alguna vez me enseñaron poesía. Recuerdo algunas clases de lenguaje en el colegio. Cámara referencial, veo mi lapiz contando letras, y espacios (sí los espacios también se contaban) haciendo liaçon entre las primeras y la últimas letras de los versos, creo que eran versos y creo que era difícil, que yo no entendía. Y además me puse a pensar ¿Qué se yo de poesía? Yo no se nada de poesía, sólo se que me gusta Walt Whitman cuando dice “I contradict myself, I contain multitudes” en Song to myself. De Alejandra (Pizarnik, claro, cuál otra) me gustan sus diarios. Aunque primero descubrí sus poemas, yo me quedé con su prosa autobiográfica. Y me gusta Sonia Manzano, pero lo que escribe Sonia Manzano no es poesía, esa perversión exquisita de las palabras es inclasificable. También me gusta Lorca y me gusta como Arturo lo recita. Si me esfuerzo puedo escucharlo y verlo en el patio de la casa de su hermana Irene, mi amiga. “Y yo que me la llevé al río, creyendo que era mozuela pero tenía marido”. Sí. Quizás ese fue mi primer acercamiento adolescente a la poesía. Arturo recitándonos a nosotras, un grupo de chicas algo borrachas, algo contentas, vistiendo nuestros uniformes del colegio. Aun así o más así, disfrutamos la poesía y pedíamos más. Pero mi primer-primer acercamiento serio a la poesía es inolvidable, fue de la mano cadavérica de Medardo Ángel Silva, poeta suicida, guayaquileño, nacido en 1898. Lo descubrí en unos recortes del periódico que mi mamá archivaba y que era el banco de recursos número uno cuando yo tenía que hacer algún trabajo especial para la escuela. Recuerdo que la profesora nos pidió redactar una reseña biográfica de algún personaje famoso. Recurrí al archivo de mi mamá y ahí Medardo y yo nos conocimos y me enamoré para siempre de su historia, de su muerte y de un famoso poema escrito para su gran amor no correspondido: Rosa Amada. “El alma en los labios” luego fue canción, pasillo cantado por Julio Jaramillo. El otro poema que me sedujo fue “Ofrenda a la muerte”, sentí que leía algo prohibido, algo que los adultos callaban, pero mi mamá igual me dejaba leer esas cosas. Sentí pena por Medardo Ángel Silva, con sus lentes y su frac en un retrato blanco y negro, quise salvarlo. En el artículo se nombraba a varios poetas suicidas, decía que eran parte de "la generación decapitada". ¿Qué se yo de poesía? nada. Creo que se más de los poetas, de sus vidas y se meterlos en la historia de mi vida, como ahora. Se sentir sus corazones cerca del mío. Se apreciar cuando es distinta, como la primera vez que escuché un poema de Ghèrasim Luca y la profesora de francés tuvo la amabilidad de explicarnos los juegos sonoros de cada verso. “Prende corps”. Tomar cuerpo. Ese poema es el más brillante juego de palabras. Logré conseguir el libro “La fin du monde” un novio me lo trajo de Francia como un especial pedido. Me lo regaló junto a un abrecartas que ya perdí (cuanto lamento haberlo extraviado). Era una edición de esas que no se ven por aquí; libros con las hojas sin cortar. Leerlo implicó un nuevo rito. Y qué decepción tan grande sentí cuando me di cuenta de que mis vagos conocimientos de un francés ya olvidado no eran suficientes para captar los juegos fonéticos en todo el resto de sus poemas. El diccionario nunca me pareció un dispositivo tan inútil, incapaz de ayudarme a jugar el juego. Guardo ese libro con un tesoro esperando encontrar algún día a un francoparlante con la sensibilidad literaria, la voluntad y la paciencia suficientes para ayudarme en la empresa de disfrutar a Ghèrasim Luca. Y muy lejos de su poesía (que era la favorita de Deleuze) está un querido y viejo amigo que conocí en la casa de mis tíos, en mis reiteradas y siempre fascinantes vacaciones a California: Dr. Seuss. Si sus poemas tomaran cuerpo, corps, no serían nada menos que un gigante y rosado algodón de azúcar como una nube. Oh, the places you’ll go! que lindo fue encontrar este libro el verano pasado en la casa de Mónica, en Guayaquil, en un momento en el que lo necesitaba. Me encanta que Seuss haya usado un seudónimo, que se haga llamar doctor ¿doctor de qué? y que haya escrito esos libros extravagantes para niños a principios del siglo pasado. Que avant-garde! Qué arte escribir con rimas las cosas más trascendentales. El que odia las rimas es porque no ha leído a Dr. Seuss o a Lord Byron. ¿Hay algo escrito así en español? ese tipo de poesía no se puede traducir fielmente. ¿Yo leí poesía en español de niña? No lo creo ¿Cuál habrá sido el primerísimo poema en tocar mi oído? ¿Habrá sido poesía así de linda? ¿La poesía de Ghèrasim Luca es post-estructuralista? ¿No tiene centro? ¿Por qué le gustaba tanto a Deleuze? ¿Cualquier cosa es poesía? ¿Todo es relativo? ¿Por qué no se más sobre esto? ¿Será fructífero tomar un curso de poesía o me lanzo a escribir no más? Ya que hace algún tiempo tengo un bloqueo con la ficción ¿por qué no intentar con la poesía? así dejo de escribir tan autobiográficamente. Creo que tengo algunos textos cortos que parecen poemas ¿Lo serán? ¿Los piropos no son también una especie de poesía? Podría contar una historia sobre el primer piropo que recibí en la calle y que me hizo sentir sucia a los once años. Maldición. Otra vez la autorreferencialidad. Quizás lo escriba en forma de rima, o quizás haga todo un poema sobre mí que se llame Song to myself y que empiece así: I celebrate myself, and sing myself/And what I assume you shall assume,/For every atom belonging to me as good belongs to you. Pero eso ya lo escribió Whitman, y además no podría escribir literatura en inglés así quisiera. Cuántas frustraciones de escritora tengo. Quizás la poesía para mí sea sólo un tímido acercamiento, de vez en cuando, como quien no quiere la cosa.Dani Cainehttp://www.blogger.com/profile/02524209526086407363noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-29875182.post-43548062339809307352013-05-12T18:09:00.005-03:002013-05-12T18:09:53.972-03:00<span style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana; font-size: 13px;">Well I guess what they say is true</span><br style="font-family: Verdana; font-size: 13px;" /><span style="font-family: Verdana; font-size: 13px;">I could never spend my life with a man like you</span></span><br />
<span style="background-color: white;"><span style="font-family: Verdana; font-size: 13px;"><br /></span></span>
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="http://www.youtube.com/embed/cIQWt3oMids" width="420"></iframe>Dani Cainehttp://www.blogger.com/profile/02524209526086407363noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-29875182.post-6074934972980575982013-04-23T15:05:00.002-03:002013-05-26T20:00:06.405-03:00Ver y no tocar. (Petróleo)<div style="text-align: center;">
<div style="text-align: right;">
Más que atacar furiosamente al juguete,</div>
<div style="text-align: right;">
lo que hacen los niños es ponerlo a prueba:<br />
¿cuánto resiste?</div>
<div style="text-align: right;">
El artesano, Richard Sennet</div>
</div>
<br />Petróleo. Ese líquido negro, pesado, que deja ver en su superficie luminosa distintos colores nacarados. Petróleo. Yo era la afortunada poseedora de una miniatura de barril de madera que tenía petróleo adentro. El pequeño souvenir llevaba la marca de Petroecuador, la petrolera estatal donde mi papá trabajó muchos años. Ahora el barril descansaba en el escritorio de la oficina de mi abuelo Guillermo pero lo que era de mi abuelo, era mío también. El pequeño barril era de una perfección sublime y sólida y sus dos extremos estaban cubiertos de un vidrio grueso que parecía imposible de romper. "Imposible de romper", terrible atracción seductora. Podía ver el petróleo, podía verlo muy de cerca, agitarlo de un lado al otro. Me fascinaba ver como los vidrios del barril se enjuagaban en el petróleo. Era un ver y no tocar, ver y no experimentar ¿Habría forma alguna de hacer en aquel barril un agujero? Ya había tenido otros juguetes que diseccioné porque compartían la misma característica: guardar un líquido en su interior que yo podía ver pero no tocar. Me fascinaban. El primero fue un biberón de juguete que tenía leche adentro. No aguanté la impaciencia mucho tiempo y terminé rompiéndolo, comprobando que lo que había dentro no era leche sino un líquido amargo y algo pegajoso. Gran decepción. El segundo fue un termómetro que me brindó horas de diversión al descubrir la facilidad que tiene el mercurio para escaparse. Pero la miniatura de barril era distinta, era un juguete sofisticado e inquebrantable. Recuerdo pasar mucho tiempo acostada en el sofá de la oficina de mi abuelo con el barril en las manos pensando en esta imposibilidad. Era un pequeño tesoro fuera de mi alcance, aquel barril tenía petróleo adentro, una pequeña riqueza atrapada; una miniatura de la riqueza inalcanzable.<br /><br /><br /><br /><br />Dani Cainehttp://www.blogger.com/profile/02524209526086407363noreply@blogger.com3