martes, mayo 06, 2008
La noche que quiso ser día
El sueño que no llega, la ansiedad que crece y la habitación que se hace más pequeña. Los ojos ya se acostumbraron a la noche negra y se siente como si fuera de día. Su cuerpo se hunde en la cama y se siente incómoda, se vira a la derecha, luego a la izquierda, no encuentra el lugar preciso. Encoge todo el cuepo, su cabeza casi tocando las rodillas, se estira otra vez, se pone boca abajo, después boca arriba otra vez. Trata de recordar un momento agradable pero un pensamiento lleva al otro y de repente se encuentra asfixiada por las cosas que se dejaron de hacer y también por las cosas que se hicieron y mejor no se hubieran hecho. Las sábanas la enredan y la almohada se ponen muy dura, y después muy blanda y después se cae. Desesperación. La noche que se despedide, el sol que va saliendo, el sueño que no llega. Al fin llegó la noche.
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