Está ahí sentada con su libro a medio escribir, las uñas despintadas, la ropa que es muy suya, el pelo despeinado y los pasadores del zapato izquierdo chorreando por el piso. Tiene las piernas cruzadas y mueve el pie derecho de una forma compulsiva casi obsesiva. Ahí en ese parque otoñal del fin del mundo escribe todos los cuentos.
- No me taches te he dicho.
- Calla personaje pueril.
- Te arrepentirás.
Y en cinco minutos escribió mi muerte.
Gracias Maga,
ResponderEliminarveo que le estás dando vida y muerte a tus personajes,
*que bueno leer tus creaciones*