domingo, febrero 01, 2009

Regeneración Urbana

Los truenos me despertaron. Por las paredes de mi cuarto corría el agua, imparable, como un torrente. Me refugié en la cama viendo como alrededor todo flotaba, mis libros, el televisor, mis zapatos gastados. En poco tiempo, la cama también empezó a flotar. Los cuadros se cayeron anunciando la hecatombe, luego las paredes se derrumbaron. Todo se hundía en el agua profunda, mezcla de alcantarilla, estero y porquería. En el gran mar inmundo, centenares de personas asustadas trataban no hundirse en ese Guayaquil flotante que ya no reconocían. Ahí en esa bocanada de furia del río salieron a la superficie todas las miserias, malaventuras y desdichas que la ciudad había intentando enterrar con cemento. Nos tragaron vivos.

7 comentarios:

  1. Que sitio tan interesante! te voy a agregar a mis sitios preferidos...

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  2. Gracias por visitarme!!!
    Intensa tu narracion y la manera de detonar las pasiones existenciales;

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  3. Übersternte liegte ich, seufzend...für mich, für dich.
    Como siempre se ha calado el mar en nuestros huesos como mantequilla derretida en un lánguido pedazo de pan.

    También te agregaré a mis favoritos. No te decepciones si no encuentras nada de mi autoría que leer en mi blog, hubo un proceso de vacunación y renovación que vino de la mano con un cambio de vida.

    Besos..., me estaré pasando cada vez que el sevicio militar intenso en que me sumiré me lo permita.

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  4. Gracias, gracias! espero que sigan pasando.

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  5. Me gustó eso de la mantequilla derretida, ja!
    Ojalá y puedas seguir visitándome. Besos!!

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  6. Tu blog está lleno de imaginación, me encantó! :)

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  7. Gracias Ele, esperemos que la imaginación siga fluyendo por estás páginas. Besos.

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