martes, octubre 16, 2012

Suicidios

Una antes de suicidarse debería ordenar todo metódicamente - el desorden propio siempre me pareció tan personal- lavar toda la ropa y organizar el mundo-habitado-y-ahora-por-dejar en 3 cajas etiquetadas así: "Para tirar" "Para regalar" "Pequeñas herencias". En la última caja se guardarían libros y objetos de gran valor sentimental para ser obsequiados con mínimas dedicatorias, "Con amor, Daniela" "Encuéntrame aquí, Daniela" y se repartirían post-mortem entre amigos y familiares. En el caso de estar en el extranjero -¡Que suicidio solitario, lejano!-debería una arreglar el regreso del cuerpo expatriado y pagar las fees. Una debería ir al consulado del propio país y decirle a la secretaria "mire, la cuestión es que voy a suicidarme..." y contar uno que otro detalle. Allí, una recibiría un brochure colorido con el "paso a paso" que además promocionaría el país como tierra maternal que recibe a todos sus muertos. Una debería también realizar todos los arreglos fúnebres de antemano, día, hora y sobre todo asegurarse que no falte café, lo único que debería importar en un velorio.

1 comentario:

  1. Es tan perturbador y comico al mismo tiempo. Me encanto.

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