sábado, febrero 21, 2009
martes, febrero 03, 2009
Infinito amor
domingo, febrero 01, 2009
Regeneración Urbana
Los truenos me despertaron. Por las paredes de mi cuarto corría el agua, imparable, como un torrente. Me refugié en la cama viendo como alrededor todo flotaba, mis libros, el televisor, mis zapatos gastados. En poco tiempo, la cama también empezó a flotar. Los cuadros se cayeron anunciando la hecatombe, luego las paredes se derrumbaron. Todo se hundía en el agua profunda, mezcla de alcantarilla, estero y porquería. En el gran mar inmundo, centenares de personas asustadas trataban no hundirse en ese Guayaquil flotante que ya no reconocían. Ahí en esa bocanada de furia del río salieron a la superficie todas las miserias, malaventuras y desdichas que la ciudad había intentando enterrar con cemento. Nos tragaron vivos.
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