No es muy común ver a una señorita de la nobleza navegando en medio río pero por él hice una excepción. Me ha invitado a su velero una tarde de verano húmedo. Mientras vamos navegando él se acerca a mí, me dices cosas dulces incluso ridículas al oído. Siento de repente una punzada a mis espaldas… y es que me he olvidado mencionar que el navegante es un púber alborotado que ha cedido ante mis maduros encantos. No es de sorprenderse que un muchachillo deje abierto el caudal al pensar en tener en su lecho a una mujer que podría ser su madre. Pero tanta insistencia adolescente me empieza a repulsar, sus finos deditos inmaduros se alteran entre mi ropa. Ante tal acto nauseabundo no puedo evitar exclamar:
- Pero… ¿Qué te creíste que soy pequeño iluso?
Y levanto sus manos de mi cuerpo. Es tan frágil que con facilidad logro domarlo, ronronea como un gatito asustado. Encuentro en el velero un pequeño cuchillo que antes había utilizado el pigmeo para cortar una soga. Empiezo la operación: Empiezo por los dedos de los pies, subiendo lentamente por las piernas, así voy separando la fina piel del cuerpo y mi joven amante se va quedando en viva piel. Se ha desmayado, lo que hace más fácil el trabajo, sin embargo me empiezo a aburrir sin compañía y utilizo mi frasco de perfume para despertarlo. Ahora con sus gritos me siento más cómoda. Una vez terminado el procedimiento clavo la tersa piel del joven a lo más alto del mástil y después clavo también en los pies. Que hermosa vela, ¡una apología a la eterna juventud! Me olvidé de contaros que hice con sus blancos y perfectos dientes, me han gustado tanto que he decidido hacer con ellos un collar como recuerdo de su amor ¡Encuentro esto tan romántico! Sus uñas las guardaré para la buena suerte y sus testículos me servirán para cambiarlo por oro en el próximo puerto, donde encontraré, si tengo suerte, a otro joven navegante que quiera pasar conmigo una húmeda tarde de verano.
Y esta niña que navega es la misma de "Génesis" , ¿será?, claro que así es.
ResponderEliminarLa imagen del joven colgado en el mástil convertido en vela y la de la joven convertida en árbol , fundidos ambos en algo que permanece , que no vive pero está vivo atractiva y , por cierto romántica.
Saludos .
He dejado mi blog un poco abandonado... no pensaba en la niña de génesis cuando lo escribí pero es una muuuy buena interpretación. Saludos!!!!
ResponderEliminarNunca me imagine toparme después de 9 años con el lúdico pasado de esta forma tan casual. Pasado tan dulce y tan lejano. Ese pasado lleno de risas y y su morbo siempre presente...
ResponderEliminarAdmiro tu forma de interpretar (me)