lunes, enero 19, 2009

El nacimiento


El caballo progenitor relinchaba de miedo en un rincón.
Irene padecía con las piernas abiertas, llena de dolor.
De sus entrañas asomaba la cabecita ensangrentada de un potrillo enredada en el cordón.
La cría nacía manchando todo de sangre alrededor.
Ya nacido y en pie fue en busca de un seno alimentador, el equino se saciaba con la leche que salía a caudales del pezón.
Lo que el potrillo no sabía es que su madre se había muerto en pleno nacimiento del horror, con la imágen espantosa de esa bestia que nacía de su interior.

1 comentario:

  1. es como el hombre elefante!
    Gracias por pasarte, yo hace mil que no pasaba por mi blog, y disfrute el reencuentro.

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