viernes, junio 23, 2006

Verbo visual



Cuando un verbo se conjuga en una imagen, deja de ser solo uno para convertirse en miles.

jueves, junio 22, 2006

Introspeccionando - Entre lo extenso y lo pensante

No voy a dejar de hablarle sólo porque no me esté escuchando. Me gusta escucharme a mí mismo. Es uno de mis mayores placeres. A menudo mantengo largas conversaciones conmigo mismo, y soy tan inteligente que a veces no entiendo ni una palabra de lo que digo.
Oscar Wilde



Las ideas están escondidas, las palabras escapan a lo revelante, y yo estoy en el medio. Auxilio.

Perverso Poliformo

Freud es un aberrado sexual.

miércoles, junio 21, 2006

La gran cena

Miraba hacia el frente. La madera ya fría estaba tan cerca de su rostro. Trataba de acomodarse mejor, movía de vez en cuando los hombros, las piernas. Sus movimientos se limitaban a cuatro. Gritaba lo más fuerte que podía por varios minutos, ya lo hacía solo por desahogarse, pues se había dado cuenta que sus gritos anteriores para pedir ayuda no le habían servido de nada. Era ya tarde cuando había despertado.

Se ponía a pensar quién lo había hecho, quién podría odiarlo tanto como para torturarlo de esa manera. Los sospechosos: Todos. Podría haber sido cualquiera. Los recuerdos de su último día como una persona libre se difuminaban con el fuerte olor. De repente sintió que subían por su rostro, luego estaban en todas partes. Se lo comieron de a poco. Un grito en la fosa.

Antes de la primera misa de requiem ya había muerto.

martes, junio 20, 2006

Flashback

Y a veces pasaban como volando frente a mis ojos todos los recuerdos de nuestra historia.

Aceptación











"En ese instante comprendí que debía arrancarme (y arrancarla) de aquella mentira que yo mismo había fabricado. O intentado fabricar. Fue como un relámpago. No éramos eso. No éramos eso"
Extracto del cuento La noche de los feos
Mario Benedetti

Le dije 'No te escondas como oruga, igual, nunca vas a ser mariposa'.

lunes, junio 19, 2006

0 cabeza

No tengo miedo. Se que todos piensan que está mal, que no es así como deberían ser las cosas. Todos se cierran en lo que debería ser. Todo va rápido, es verdad, pero ¿quién determina que es rápido, y que es lento, y que es lo normal? Mi intención no fue salirme de sus normas, discúlpenme si los insulto con mi sonrisa.
Hoy, soy feliz.

Relaciones en la Vía Láctea

Ya no somos los mismos que éramos hace un año, dos, o incluso ayer.
Cambiamos. Nos alejamos o ellos se alejan.
Y a veces duele, como un asteroide que impacta en lo profundo.

Por la simple fricción de las palabras
se llega al éxtasis.
En ésta, mi primera relación con el texto,
textualmente me revuelco en el lenguaje.

Extracto del poema Full de reinas
Sonia Manzano

La Culpa

Se limpió cuidadosamente las manos y luego caminó hasta el final del pasillo. Era el lugar más oscuro y fresco de la casa. Necesitaba enfriar su mente y dejar de pensar en el horror del que había participado hacia la tarde. No podía ver nada, su ojos parecían estar llenos de rojo. Se acostó sobre el piso que usualmente estaba helado y sintió calor, un calor tan intenso que parecía traspasar su piel. Siguió acostado pensando ingenuamente que el calor iba a desaparecer dentro de un rato. Trató de cerrar los ojos, trató de ver algo más que el rojo, no pensar en nada, no recordar. Pensó que lo había logrado justo cuando el metal atravesó su cabeza, pero luego de unos segundos el rojo volvió y ya no se iría nunca.

domingo, junio 18, 2006

En Retro


Caminabas a mi lado y tu mano se juntaba con la mia, formando entre las dos la más amarga de las soledades. Hasta ahora los dos seguimos caminando, pero acompañados por otras manos, lo que nadie sabe es que estas mismas manos que se tomaban antes, se siguen juntando para formar la más dulce de las traiciones.

Infralineas

"No hablar nada de sí mismo es una noble hipocresía"
Nietzsche


Escribir no es tan fácil. Incluso el hacer una escritura mecánica es un asunto complicado. Cada expresión revela algo del que escribe. Era aterrador el hecho de poder ser descubierta hasta lo más profundo; de un zoom al pensamiento. Ahora se que mientras lees entras en mi universo, pero no dejas el tuyo atrás. Hoy el que te lee soy yo, y te hago un zoom en desnudo porque por lo menos yo tengo las letras para taparme.

Presente

Hoy solo era una mezcla de pálidos, no porque quiesiera serlo sino porque las imágenes de su mente se imprimian así. Se escondía de lo presente para meterse en lo asuente. Hoy solo era una mezcla de pálidos, no porque quiesiera serlo sino porque las imágenes de su mente se imprimian así. Se escondía de lo presente para meterse en lo asuente. Se escondía de lo presente para meterse en lo asuente. Se escondía de lo presente para meterse en lo asuente. Ausente.

A lo borgiano

Desperté muy agitada como todos los días, dos horas antes de la hora a la que en realidad tenía mi alarma programada. Tú sabes como soy de paranoica, el solo pensar que no cumpliría con mi meta mañanera de despertarme a las 9 hacía una gran influencia en mi cuerpo. De un tirón se abrían mis ojos, creo que la violencia del movimiento incluso llegaba a doler. Luego era imposible volver a dormir.

Continuaré con la siguiente parte de los hechos de aquel día que no conoces, debido a que escapan de mi rutina.

Como un gusano logré llegar al baño. Abrí bien mis ojos, aunque solo podía ver bien con uno. Empecé a observar con cierto morbo mi propio cuerpo en el espejo, lentamente de abajo hacia arriba. Mis senos, mi cuello, mi mentón. Luego continué con una vista decente, de nuevo lo vi todo pero ahora de arriba hacia abajo. Cómo cambia la perspectiva de lo que ves cuando lo miras de otra forma ¿no?

Una vez más de arriba hacia abajo. Ombligo, estómago, senos, cuello mentón y ahora que sigo un poco más hacia arriba ¿Dónde estaban mis labios? Pero si estoy casi segura que aún estaban ahí cuando me fui a dormir. Instintivamente empecé a buscarlos por mi cuerpo, talvez se aburrieron de estar tanto tiempo en el mismo lugar, es algo que a todos nos pasa.

Los busqué por todas partes, te juro que busqué. Talvez se me habían caído a un lado de la cama, el lugar preferido de los objetos para esconderse. Al no verlos por ninguna parte mi desesperación empezó a pensar por si sola.

No se si entiendas la magnitud de la situación. Ahí estaba yo, luciendo como un conejo, a la edad de 20 años. Mi ansiedad ya no podría morderlos hasta hacerlos sangran, mi pasión ya no podría moverlos suave o salvajemente para darte un beso o algo más, mi vanidad ya no podría jugar con ellos para seducirte y mi vicio ya no se podría fumar un cigarrillo. Tenía que encontrarlos.

Se habían quedado pegados a un vaso talvez y no me había dado cuenta ¿Tu crees? Espérame un rato, voy a ver.

Discúlpame por la demora, busqué en cada vaso de la casa. ¡No están! Se complicó. Ahora si que se complicó.

Talvez eran claustrofóbicos, tú sabes que a mi no me gusta salir mucho y mi casa es pequeña. Entiendo que si padeces de esta fobia, debe ser muy difícil acompañarme todo el tiempo. Creo que fue mi culpa el no notar su necesidad de salir, no sólo por el hecho de salir en sí, sino también para atraer una que otra mirada, un roce de otros iguales a ellos.

Dejé la ventana abierta, lo más seguro es que salieran por ahí. ¿Suicidio? No, eran medios cobardes en el fondo. Creo que tan solo escaparon. Me aferro a la teoría de la claustrofobia, aunque si en realidad si esa hubiera sido la causa no creo que hayan podido aguantar tanto tiempo, se hubieran ido antes.

¿O será que te fueron a buscar? Una vez me contaron que les hacías mucha falta.

Bueno, debo irme, ya son casi las nueve, me tengo que despertar.